Este domingo se llevó a cabo la marcha “A una voz, ¡rescate ya!” en recuerdo de los 65 mineros que fallecieron en 2006 tras la explosión de la mina Pasta de Conchos, de Grupo México, en Sabinas, Coahuila.
Familiares y amigos salieron del Hemiciclo a Juárez y caminaron hacia el Monumento a la Independencia.
En la vanguardia de la marcha estuvo el Obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera.
“Sería yo un cómplice, no quiero ser un cómplice de los causantes de esto. Esto es una más de las barbaridades que se hacen por el país. El dueño de la Minera México está dando de comer a su familia pan lleno de sangre, que sepa, tiene las manos manchadas de sangre y en todo su dinero escurre sangre”, señaló Raúl Vera, Obispo de la Diócesis Saltillo.
El contingente salió del Hemiciclo, la marcha avanzó sobre Avenida Juárez en sentido contrario hacia Paseo de la Reforma.
Al cruce con el llamado ‘antimonumento’ a los 43 por los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, en Paseo de la Reforma y Bucareli, contaron en voz alta del 1 al 43.
“La familia de Pasta de Conchos sigue pugnando por el rescate de los trabajadores. Queremos rescatar aquello que nos prometieron, la empresa junto con el Gobierno, entregar los restos mortuorios. Sabemos que siempre ahí han estado, legislar para que no sigan falleciendo más mineros en la región carbonífera”, enfatizó Guillermo Iglesias, familiar de minera muerta en Pasta de Conchos.
“Absolutamente nada. No nos han dado respuesta, nada más que esta cosa ya se acabó. Son empresas que hacen caso omiso a la seguridad, lo único que quieren es producción, no se fijan si el trabajador está en condiciones de seguridad y ahí están los resultados”, destacó Cesario Calvillo, familiar de mineros.
“Nomas sirven para destruir porque no hacen nada. Hay mucho la explotación de las viviendas, por eso viene mucha gente que están destruyendo sus casas. Explotan la tierra, destruyen casas”, señaló una vecina de la región.
Acompañaron la marcha, el movimiento de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco y su líder Ignacio Del Valle.
Avanzaron sobre Paseo de la Reforma y se detuvieron en la Glorieta de la Palma donde colocaron un número 65 en recuerdo de los mineros fallecidos.
Y luego se realizó ahí una misa en memoria de los mineros.
Con información de Susana López
KAH
