ARTE Y CULTURA

Tradición y fe invaden la Semana Santa en Iztapalapa

En Iztapalapa la Semana Santa significa tradición y fe.

Este Jueves Santo, la explanada del Jardín Cuitláhuac y las calles cercanas al Cerro de la Estrella comenzaron a recibir a los visitantes desde las primeras horas de la tarde.

Muchos aprovecharon para disfrutar de la romería que se instaló con juegos mecánicos, artesanías y antojitos mexicanos, en espera de que comenzaran las representaciones.

“Aquí va a haber gente nada más lo que va a ser jueves y viernes, muchísima gente”, dijo Rosa María, una comerciante.

“Súper bien, hermoso todo. Mucha emoción”, aseguró Claudia Gabriel Molina, visitante de Baja California.

Todos esperaban el inicio de la representación en distintos puntos de la demarcación.

Muchos se instalaron en el Santuario del Señor de la Cuevita, donde hace 174 años los habitantes se comprometieron a representar la pasión y muerte de Cristo.

“Ya es una cultura que llevan los de Iztapalapa, la representación por lo que hubo hace 174 años, la epidemia que hubo”, añadió Patricia Ramírez, una visitante.

“Venimos a darle gracias a Dios y venimos a visitarlo porque al rato ya lo van a apresar y venimos a acompañar un rato”, aseguró David Buendía, habitante de Iztapalapa.

Todos esperaban el momento en que iniciara la representación.

Más de tres mil romanos y nazarenos también estaban listos para acompañar la procesión.

“Si vale la pena, le debo mucho al de arriba”, recordó Jonathan, un nazareno.

“Es un orgullo salir porque represento al pueblo de Iztapalapa”, dijo Yahir, un romano.

“Me da mucho orgullo porque siento que yo lo estoy viviendo ya como otros personajes”, afirmó Paola, una niña de 11 años.

Muchos otros llegaron directamente a la explanada del Jardín Cuitláhuac.

“Ver la tradición que se da a conocer por televisión y todo eso”, agregó Silvestre, visitante de Tlaxcala.

“Me hace reflexionar sobre lo que pasó hace más de dos mil años y pues que nuestro señor dio su vida”, afirmó María Cristina de la Torre, visitante de Guadalajara.

En los distintos puntos del recorrido, se instalaron puestos de hidratación y atención médica para los visitantes y participantes.

Nazarenos y romanos fueron los más lastimados, pero eso no fue motivo de detener la marcha.

“Me duele un poco el pie de la caminata y me arde. Siento alegría, recordar todo lo que pasó”, dijo Ian, un romano

“Lo que pasa es que tengo una cirugía y ahorita la inestabilidad me empezó a lastimar el pie. Es parte de agradecer al santísimo por un año más”, agregó Jesús Aguirre, un romano lesionado.

Incluso algunos nazarenos comenzaron a preparar la cruz que cargarán el viernes acompañando la pasión de Jesús y su muerte.

“La cruz pesa aproximadamente entre 120 y 130 kilos”, destacó Israel Ramírez, un nazareno.

Fue así como nazarenos, romanos, representantes, habitantes de Iztapalapa y visitantes nacionales y extranjeros vivieron este Jueves Santo, listos para continuar con la procesión del Viernes Santo.

 

 

Con información de Carolina Altolaguirre.

LLH