CRIMEN Y SEGURIDAD

Crece flujo de migrantes por mar en costas de Oaxaca y Chiapas

En la playa Aguachil, municipio de San Francisco Ixhuatán, Oaxaca, a unos cien metros de la orilla del mar, aparece una lancha rápida impulsada por dos motores, conducida por un sujeto que cubre su rostro con un pasamontañas, a bordo lleva unos 15 indocumentados en lo que representa la nueva ruta de los migrantes procedentes de Centroamérica.

Una hora después, cuando está a punto de ocultarse el sol, aparece otra lancha con un solo motor, el sujeto que la conduce tiene el rostro descubierto, también lleva a bordo unos 15 indocumentados procedentes de Centroamérica.

César Augusto Matus, presidente municipal de San Francisco Ixhuatán, señala que son varias lanchas las que transportan migrantes y “ahorita está creciendo más, o sea, realmente aquí en Ixhuatán, en esta zona, ya está la delincuencia organizada muy fuerte.

Las autoridades de los municipios costeros de Chiapas y Oaxaca calculan que podrían estar pasando entre cuatro y cinco lanchas por día, con 15 o más de 20 indocumentados en cada viaje.

Ramiro Acevedo, director de Seguridad Pública de Mazatán, sostiene que de noche es cuando las lanchas transportan a las personas, “porque si pasan ahí en lo oscuro nadie los ve”.

En el año 2005, el huracán “Stan” destruyó la vía del ferrocarril de la región costera de Chiapas y La Bestia dejó de ser la principal opción para los migrantes centroamericanos que tradicionalmente ingresaban al país por el territorio chiapaneco.

La ruta migratoria se movió hacia Tenosique y Balancán, en Tabasco, donde sigue operando el tren, pero en 2014 se puso en marcha el programa de la frontera sur con el que se prohibió subir a La Bestia y se reforzaron los controles migratorios en Chiapas y Tabasco.

Entonces, la ruta marítima surgió como alternativa para los migrantes.

Martín Íñiguez, investigador de la UNAM, explica que desde 2014 a la fecha, la ruta marítima de esta zona “se está utilizando más y los precios oscilan dependiendo el tipo de lugar donde se provenga. Puede fluctuar de los 300 hasta los tres mil, cuatro mil dólares, que esto lo cobran mucho para lo que llaman los “pollos exóticos”, el “pollo exótico” es el que viene de Asia, África”.

La ruta marítima del tráfico de indocumentados comienza en el puerto de Ocós, Guatemala, cruza la frontera con México y sigue frente a las costas de Puerto Madero, Mazatán, Tonalá y Huixtla, en Chiapas; continúa por las costas de San Francisco Ixhuatán y Santa María del Mar para desembarcar en playas de Juchitán y Salina Cruz, Oaxaca, y así poder continuar el camino por tierra hacia Estados Unidos.

Esta ruta marítima no es nueva, afirma el investigador Martín Íñiguez, “siempre ha existido porque lleva mercancías, tráfico de armas, tráfico de drogas; entonces qué es lo que hacen: Utilizar la ruta que ya estaba y el nuevo ingrediente es traficar con personas, con seres humanos”.

La ruta marítima tiene casi 400 kilómetros; con buenas condiciones climáticas, una de estas lanchas rápidas puede hacer menos de 10 horas de Ocós, Guatemala, hasta Salinas Cruz, Oaxaca.

 

Con información de Saúl Sánchez Lemus.

 

RMT