El gobierno regional de Cataluña convocó este miércoles un referéndum para decidir sobre su independencia de España el 1 de octubre, un paso que abre una grave crisis con el Estado central.
“Acabo de firmar, con todo el gobierno, la convocatoria del referéndum de autodeterminación de Cataluña. ¡Por la libertad y la democracia!”, expresó en Twitter el jefe del gobierno catalán, Carles Puigdemont, tras la firma del decreto de convocatoria.
Acabo de signar, amb tot el @govern, la convocatòria del referèndum d’autodeterminació de Catalunya. Per la llibertat i la democràcia! pic.twitter.com/Q5h7z2abPN
— Carles Puigdemont (@KRLS) 6 de septiembre de 2017
El gobierno español encabezado por Mariano Rajoy, contrario al proceso separatista catalán, dio el primer paso para recurrir esta ley ante el Tribunal Constitucional.
Horas antes, ya había pedido al alto tribunal que frenara actuaciones del “parlament” contrarias a sentencias previas y que estudiara una posible responsabilidad penal de quienes admitieron a trámite la ley, entre ellos, la presidenta de la Cámara catalana, Carme Forcadell.
La gran mayoría de los parlamentarios de la oposición catalana se ausentó de la Cámara regional durante la votación de la “ley del referéndum” en señal de protesta.
La jefa de la oposición y líder del partido liberal Ciudadanos, Inés Arrimadas, anunció una moción de censura contra Puigdemont pese a las dificultades para que la propuesta salga adelante, ya que los partidos independentistas tienen mayoría parlamentaria en la región.
La convocatoria del referéndum y el rechazo del gobierno central abre lo que algunos analistas consideran la crisis institucional más grave de las últimas décadas en España y plantea un escenario imprevisible para las tres semanas que restan hasta el 1 de octubre.
FJMM