Si eres de los que presume haber probado de frutas exóticas raras, como la pitahaya o el litchi, es probable que tu galería no esté completa.
Esa pieza que quizá te falta se conoce como carambola o fruta estrella, está deliciosa y, por suerte, crece en México.
Su origen se sitúa en Asia tropical, en países como Sri Lanka, pero hace tiempo que migró hacia otros puntos del globo como Australia, España y, por supuesto, México, que se ha convertido en uno de sus países de adopción.
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Su producción supera las 600 toneladas anuales, siendo Michoacán la principal entidad productora seguida de Morelos y Jalisco.
El dato no es importante porque, hasta hace unos años, únicamente podíamos recurrir a la importación para poder degustarla.
La carambola requiere de una maduración en el árbol para alcanzar la plenitud de su sabor. Esto no era factible con la fruta estrella porque se cosechaba todavía verde, a fin de transportarla, y se volvía de color amarillo verdoso y no acababa de madurar.
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Su delicioso sabor es sin duda un pretexto para buscarla en puestos de frutas especializados. Su tamaño suele oscilar entre los siete y los 12 centímetros, aunque algunos ejemplares pueden ser de mayor o menor tamaño; mientras que su peso no supera los 100 gramos.
¿Qué nos aporta la carambola?
Esta fruta nos proporciona vitaminas A y C, además de fósforo y potasio. Tampoco conviene perder de vista la fibra soluble que incluye y que puede resultar favorable para quienes sufren de estreñimiento.
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Apenas presenta calorías, por lo tanto, es ideal para incluirla en una dieta sana y equilibrada. Los hipertensos y los diabéticos también pueden disfrutar de todo su sabor.
En cambio, aquellos que padecen insuficiencia renal o litiasis renal deben abstenerse de su consumo, ya que presenta abundancia de oxalato de calcio. Este último es uno de los componentes más comunes de los cálculos en los riñones. Lo cierto es que en las zonas donde su ingesta es habitual, como Latinoamérica o Asia, se han dado casos de fracaso renal agudo (FRA) por consumo de carambola. En definitiva, estas personas no pueden consumirla ni tan siquiera en pequeñas porciones.
Algunos de los posibles síntomas asociados a este problema son insomnio, agitación, confusión, debilidad muscular, desmayos, desórdenes de conciencia y problemas cardiorrespiratorios.
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¿Cómo y cuándo comerla?
Una vez que la carambola presenta un color amarillo y algunas zonas oscuras, está más que preparada para que la disfrutemos. Incluso se vuelve aromática con la maduración.
Lo oscuro no afecta su sabor, pero hay quienes retiran esas partes antes de ingerirlas.
“Es una fruta rica en vitamina C, ideal para mezclarla en ensaladas de fruta junto con otras menos ricas en esta vitamina, tales como el plátano, la uva o la piña. Además, se puede mezclar con verduras como el tomate, el pepino o el apio debido a su sabor acidulado”, explican desde Exotic Box, una tienda online especializada en frutas exóticas.
Dada la vistosidad de esta fruta, que al cortarla presenta forma de estrella, se ha convertido en el adorno perfecto para los platos de carne, los postres, las tartas y las bebidas espumosas o los cócteles.
LLH
