Anton Rog, a cargo del centro gubernamental Cyberint en seguridad digital, dijo que el ataque era “una amenaza persistente y avanzada” y agregó que “normalmente, detrás de este tipo de ataques está otro país”. Añadió que un acto de esta naturaleza “cuesta millones de dólares, incluso cientos de millones de dólares”.
Detalló que el ataque fue interceptado y “solucionado”. No quiso especular sobre quién pudo atacar a empleados del ministerio el viernes con un mensaje electrónico haciéndose pasar por un funcionario de la OTAN.
RAMG