La Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de Salud en materia de salud mental y adicciones, por 358 votos a favor de todos los partidos y 107 votos en contra del PAN.
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las reformas aprobadas en la sesión que se reanudó, luego del receso decretado el pasado jueves cuando las diputadas de Morena, Salma Luevano y María Clemente García, tomaron la tribuna en protesta por declaraciones del diputado panista Gabriel Quadri, al referirse a una de ellas como hombre y no como mujer, luego de presentar una reserva a la ley.
Este martes, el también diputado panista, Éctor Jaime Ramírez Barba presentó una reserva para que los gastos adicionales que se generen por esta reforma sean asumidos por la Secretaría de Hacienda.
“Por lo que les propongo les quitemos esta camisa de fuerza a esta minuta, que no es un paciente agitado, al contrario, es una gran reforma que requiere que de manera progresiva, cuantitativa y cualitativa vaya mejorando los servicios de salud para la atención integral y gratuita de las personas que sufren de alguna manera enfermedad mental o de adicciones, por lo que les propongo la siguiente redacción: Artículo Cuarto: las erogaciones que se generen con motivo de la entrada en vigor del presente decreto se realizarán con cargo al Presupuesto de los ejecutores de gasto correspondientes”, señaló el diputado del PAN, Éctor Jaime Ramírez Barba
La reserva fue rechazada y ya no subió ninguna bancada a fijar postura.
Las reformas aprobadas contemplan eliminar el modelo psiquiátrico asilar, por lo que establece que no se deberán construir más hospitales monoespecializados en psiquiatría.
Y que los actuales deberán, progresivamente, convertirse en centros ambulatorios o en hospitales generales dentro de la red integrada de servicios de salud.
La población usuaria de los servicios de salud mental tendrá derecho a no ser sometida a medidas de aislamiento, contención coercitiva o cualquier práctica que constituya tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Se establece que el internamiento solo podrá llevarse a cabo de manera voluntaria y cuando aporte mayores beneficios terapéuticos para la persona que el resto de las intervenciones posibles, por lo que se realizará por el tiempo estrictamente necesario.
Y que por ningún motivo el internamiento puede ser indicado o prolongado, si tiene el fin de resolver problemas familiares, sociales, laborales, o de vivienda y de cuidado del paciente.
La reforma fue turnada al Ejecutivo para su publicación.
Con información de Héctor Guerrero
NRV
