Ocho ancianos de un asilo en Connecticut han muerto durante un brote de COVID-19, en tanto que otras 89 personas, entre residentes y empleados, han dado positivo en la enfermedad, informaron autoridades del sector.
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El brote en el Centro Geriátrico y de Rehabilitación Geer, en el pueblo de Canaan, comenzó el 30 de septiembre, señalaron el director general, Kevin O’Connell, y la directora de geriatría, Cady Bloodgood, en un comunicado el viernes.
Los ocho fallecidos tenían problemas serios de salud, según las autoridades. Las personas que dieron positivo en COVID-19 son 67 residentes y 22 empleados. Las autoridades señalaron que 48 ancianos y 21 empleados se han recuperado.
O’Connell indicó al Republican-American que no se registraron contagios en el centro de vida asistida Geer Lodge, que está cerca y es independiente, en las mismas instalaciones.
O’Connell y Bloodgood dijeron que las pruebas para detectar el virus continúan efectuándose cada dos semanas.
“Al tiempo que debemos mantener los protocolos para la prevención del COVID-19, queremos asegurar a todos que hacemos nuestro mejor esfuerzo para mantener salvos a los residentes y al personal”, agregaron.
El asilo, que alberga a 82 ancianos, ha suspendido las visitas presenciales, aunque pueden concertarse para que se realicen vía virtual o a través de una ventana.
Según el informe estatal más reciente sobre los contagios de coronavirus en asilos, difundido el viernes, los casos confirmados fueron 45 entre residentes y 54 entre miembros del personal del 27 de octubre al 9 de noviembre en Connecticut, periodo en que tres ancianos perecieron.
Con información de AP
DMGS
