CRIMEN Y SEGURIDAD

Británicos exigen que se detenga el sacrificio de perros galgos de carreras

Por casi 250 años las carreras de galgos ha sido uno de los pasatiempos favoritos de los británicos. Aunque son menos populares que las de caballos, hay más de 5 mil carreras oficiales de perros cada año, con 13,500 animales compitiendo.

Es una industria lucrativa, anualmente los británicos gastan más de 100 millones de dólares apostando por sus galgos favoritos, pero la industria tiene también su lado oscuro.

Mientras que la protección de los caballos de carreras en Gran Bretaña está escrita en una ley, los perros no reciben el mismo trato.

La británica Jo Battley dedicó su vida al cuidado de los galgos de carreras que ya no le sirven a la industria.

“Los corredores de apuestas que tanto ganan con este deporte, especialmente ahora, están presionando mucho a los perros y a sus entrenadores, quieren más perros. Pero también tienen que recordar que estos perros van a necesitar algún lugar a dónde ir cuando dejen de correr”, expresó Jo Battley, dueña del santuario para galgos de carreras retirados.

Según datos oficiales publicados por primera vez por la Asociación de Carreras de Perros del Reino Unido, cada año cientos de animales resultan heridos en las carreras y posteriormente son sacrificados.

En el 2017 se registraron alrededor de 5 mil lesiones y más de 900 perros fueron sacrificados.

Los dueños de 22 estadios de perros de carreras admiten que quieren ver reformas en la industria, ya que uno de cada tres galgos sacrificados no padecía de ningún problema médico: simplemente, no había lugares en santuarios para los perros retirados.

Mark Bird, jefe de la Asociación Británica de Galgos de Carreras, comentó: “Lo que queremos es que los dueños y los entrenadores dejen de sacrificar a sus perros, simple y sencillamente, porque cuesta mucho dinero darles atención médica. En este momento estamos hablando con los corredores de apuestas para que aporten algo de sus utilidades”.

Pero la Liga Británica Contra los Deportes Crueles, así como otros organismos de protección, demandan cambios legislativos mucho más estrictos que obliguen a los dueños de galgos a ofrecerles un cuidado médico y vida digna después de que sean jubilados a la edad típica de 5 años.

¡Entérate!

Con información de Vytas Rudavicius.
RAMG