ECONOMíA

Boris Johnson promete reparar daño económico por COVID-19 en Reino Unido

El jefe del Gobierno advirtió de que los ciudadanos no pueden "continuar simplemente siendo prisioneros de esta crisis"

El primer ministro británico, Boris Johnson, se comprometió hoy a “actuar deprisa” para reparar el daño generado por la pandemia de coronavirus en la economía, con un plan de inversión de 5,000 millones de libras (5,422 millones de euros), considerado “insuficiente” por la oposición.

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En un discurso en la localidad inglesa de Dudley, el “premier” prometió celeridad a fin de impulsar el gasto en infraestructuras ante la acechante recesión.

Johnson conminó al país, el más castigado de Europa y el tercero del mundo en muertes por el COVID-19, a “construir, construir, construir” para superar la crisis.

Según aseguró el político, su Ejecutivo conservador erradicará los problemas en materia de vivienda o sanidad que arrastra el Reino Unido “desde hace tres décadas” y que quedaron “iluminados brutalmente” a raíz del brote.

“Tenemos que actuar rápido porque ya hemos visto la vertiginosa caída en el PIB y sabemos que los ciudadanos están preocupados por sus puestos de trabajo y sus negocios”, alertó el líder tory.

Su comparecencia coincidió con el anuncio de la Oficina Nacional de Estadísticas de los nuevos datos del PIB, que registró su mayor caída desde 1979 al descender el 2.2 % en el primer trimestre del año.

Además, ese indicador experimentó un descenso histórico el pasado abril, cuando se contrajo un 20.4 %, un dato récord atribuido al confinamiento.

El programa de inversión prometido hoy por Johnson está valorado en 5,000 millones de libras (unos 5,422 millones de euros) y contempla una partida de 1,500 millones de libras (1,600 millones de euros) destinada al mantenimiento de hospitales.

Más de 1,000 millones de libras (1,079 millones de euros) irán a un programa a diez años para reconstruir escuelas y 100 millones de libras (107 millones de euros) se dispondrán en proyectos de carreteras, según detalló.

Otros 900 millones de libras (971 millones de euros) se dedicarán a sufragar iniciativas de crecimiento a nivel local en Inglaterra que se implementarán durante 2020-2021.

El jefe del Gobierno advirtió de que los ciudadanos no pueden “continuar simplemente siendo prisioneros de esta crisis”.

“Nos estamos preparando ahora, despacio, con cautela, para salir de la hibernación y creo que es absolutamente vital detallar cuál será la manera de avanzar para que todo el mundo pueda planear cara al futuro a corto, medio y largo plazo”, dijo.

En su opinión, si el COVID-19 ha enseñado algo es que “este país tiene que estar listo para lo que pueda venir”.

“Tenemos que poder avanzar con energía y la celeridad que no hemos necesitado en generaciones”, sentenció.

Su plan fue tildado de “insuficiente” por el dirigente del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, quien hoy recordó que el país afronta “una crisis económica, la mayor vista en una generación, y la recuperación debe igualar eso”.

También la líder independentista escocesa, Nicola Sturgeon, opinó en un mensaje en Twitter que “5,000 millones de libras en estímulos económicos se quedan penosamente cortos frente a los 80,000 millones de libras que colocarían al Reino Unido a la par de Alemania”.

Por su parte, la directora general de la Confederación de Industrias británica, Carolyn Fairbairn, consideró que el Gobierno “debe hacer más” para ayudar a las empresas, mientras alertó de que “el impacto económico de la pandemia pone en riesgo la fractura de las comunidades”.

Se prevé que el titular de Economía, Rishi Sunak, dé pormenores la próxima semana sobre cuál será el “plan inmediato” que pondrá en marcha este Ejecutivo para respaldar la economía nacional, según adelantó Johnson, y se espera que el Gobierno publique en otoño la llamada “Estrategia Nacional de infraestructura”.

La comparecencia del primer ministro ha coincidido también con el confinamiento impuesto a partir de hoy en la ciudad inglesa de Leicester, de unos 400,000 habitantes, debido al aumento de los casos del COVID-19, mientras que en el resto de Inglaterra se mantiene la desescalada programada.

Lo cierto es que el dirigente tory no afronta sus mejores momentos en cuanto a popularidad. Starmer, líder de la oposición, le superó en una reciente encuesta de opinión en la que se preguntaba a los participantes quién sería el “mejor jefe del Ejecutivo” británico, con un 37 % frente al 35 % de respaldo a Johnson.

Ese sondeo de la firma Opinium revela una creciente insatisfacción ciudadana ante la gestión de la pandemia del Gobierno de Johnson: un 54 % indicó que el país había salido del confinamiento “demasiado rápido” y un 57 % se mostró “insatisfecho” del manejo de la crisis.

EFE