SALUD

Bolivia: El caso de Sebastián, un niño al que por error le extirpan su único riñón sano

El caso de un niño boliviano que quedó sin riñones por un supuesto error médico desató tanto la solidaridad con el pequeño y su familia, de escasos recursos, como la indignación al conocerse que el médico ya fue procesado antes por mala praxis.

El menor, de 3 años, fue operado el miércoles pasado en la ciudad boliviana de Santa Cruz, pero el doctor le extirpó primero por error el riñón sano y luego tuvo que retirar el que tenía un tumor cancerígeno.

El paciente se encuentra en el Hospital de Niños de esta ciudad, donde recibe tratamiento de hemodiálisis, con pronóstico reservado ya que su situación es de extrema gravedad, puesto que además el cáncer le daña los pulmones, según datos del Servicio Departamental de Salud en Santa Cruz.

El niño requiere de una radioterapia para tratar primero la metástasis que sufre en los pulmones, antes de que pueda estar en condiciones de someterse a un trasplante de riñón, de acuerdo con el servicio de salud.

(Twitter @MinSaludBolivia)

“El caso del niño Sebastián, al que por error se le ha extraído el riñón sano, nos ha dolido mucho, más aún porque proviene de una familia de bajos recursos. Por ese motivo, el Estado va a dotar a su familia de una vivienda social”, escribió en Twitter el presidente de Bolivia, Evo Morales.

El mandatario pidió en la red social que los profesionales sanitarios asuman “su rol ético” en su cometido de “preservar la vida”.

El ministro Justicia de Bolivia, Héctor Arce, visitó al menor y se reunió con sus padres en el hospital en el que está ingresado, donde anunció que el Estado se hará cargo de toda la atención necesaria para el trasplante y los cuidados que requiera el niño.

La Gobernación de Santa Cruz garantizó la atención gratuita del niño.

Un conocido presentador de televisión en Bolivia, Jorge Robles, se ofreció a donar uno de sus riñones e invitó al médico a dar el otro, en un vídeo en Facebook que fue ampliamente visionado y compartido en la red social.

Jorge Robles, presentador de televisión en Bolivia se ofreció a donar uno de sus riñones. (Bolivia.com)

La Fiscalía General del Estado de Bolivia ordenó investigar de oficio el caso, para establecer el grado de responsabilidad de quienes intervinieron en la cirugía.

Trascendió que el doctor que le operó fue procesado en 2012 por la muerte de un menor después de que olvidara material quirúrgico dentro de su cuerpo al operarle, aunque no fue condenado, lo que desató mensajes de indignación en redes sociales en Bolivia.

“A la luz de este nuevo dato corresponde la más drástica sanción por el daño causado a Sebastián”, denunció el ministro de Justicia boliviano en Twitter.

El caso reavivó el debate en Bolivia sobre el endurecimiento de penas por mala praxis médica, después de que el Gobierno retirara a comienzos de año un proyecto de reforma del Código Penal en esa línea, que desencadenó una huelga de médicos que durante mes y medio puso en jaque la sanidad pública del país.

Encuentra al menos 10 fallas en la cirugía que se le practicó a Sebastián

El informe preliminar de la auditoría médica que realizó el Servicio Departamental de Salud (Sedes) encontró unas 10 fallas en el protocolo médico que se siguió para la cirugía que se le practicó al niño Sebastián Justiniano, en la que se le retiró equivocadamente el riñón derecho en lugar del izquierdo, y también encontró indicios de responsabilidad por parte del médico Roger Moreno por inobservancia al protocolo de cirugía segura. Así lo informó ayer el secretario de Salud de la Gobernación, Óscar Urenda, al indicar que los resultados finales de la auditoría se conocerán en unos diez días.

(Twitter @MinSaludBolivia)

La autoridad de salud informó de que el equipo de auditoría del Sedes realizó una revisión de la historia clínica, en la que se evidencia que Sebastián ingresó al oncológico, el 18 de julio de este año, transferido del Hospital Japonés, con un tumor de Wilms (neoplasia maligna o cáncer de riñón), de 13 por 11 cm. Allí fue asistido en la consulta externa y luego volvió al Japonés. Al día siguiente, nuevamente fue derivado al oncológico, con un diagnóstico de cáncer de riñón, con estadio 4 (grave) y metástasis en ambos pulmones, especialmente en el derecho.

Se le hizo un estudio de centellografía ósea (para diagnosticar tumores óseos), a fin de verificar si había metástasis en otras partes del cuerpo, pero no se encontraron. El pequeño fue internado y el 23 de julio el comité de tumores decidió realizar el protocolo para el tratamiento de quimioterapia, por seis semanas, para que una vez realizado el tratamiento, se extirpe el riñón dañado.

De este comité participaron el doctor Moreno, junto con los médicos tratantes. Luego, el pequeño mostró una mejoría en su salud y el 4 de septiembre fue internado por una infección respiratoria aguda. El 5 de septiembre ingresó al quirófano para la cirugía de riñón. La anestesióloga Quezada, hizo la verificación prequirúrgica, que mostró conformidad en todos sus ítems.

Según el protocolo de cirugía segura, el médico debía apuntar las observaciones prequirúrgicas en un formulario, pero este no fue completado, informó Urenda.

La auditoría también verificó que los protocolos quirúrgicos están sin hora y que en el diagnóstico preoperatorio no se especifica si el tumor estaba en el riñón izquierdo o derecho.

Se operó sin imágenes

Entre las conclusiones preliminares se menciona que no hay evidencia de que el doctor Moreno haya evaluado al niño antes de la cirugía ni que haya planificado la intervención, como indican los protocolos. Asimismo, aparentemente la operación se hizo sin los estudios de imágenes que guíen al equipo médico en la intervención, pues no existe en el expediente la placa radiológica de la tomografía axial computarizada que haya sido utilizada como referencia en el quirófano; mientras que el material de imágenes, que debió usarse para ver el tumor y ubicarse en la cirugía, estaba en un CD, que posiblemente se encontraba en poder de los padres del menor.

También se verificó que en el expediente solo se menciona una vez el tumor de Wilms en el lado izquierdo y luego solo se anota tumor de Wilms, lo que posiblemente pudo haber llevado al error médico.

Según Urenda, este informe preliminar da “hipótesis” que pueden ser descartadas o confirmadas en las conclusiones finales de la auditoría. “Hay una responsabilidad por inobservancia, que es reconocida por el propio profesional que dice que se equivocó. Si se hubieran llenado todos los ítems no se habría llegado al error. Justamente para esto es el formulario y el protocolo de cirugía segura, el médico y su equipo deben estar seguros de la cirugía que se va a realizar”, indicó y agregó que el responsable del acto quirúrgico es el cirujano jefe, en este caso el doctor Moreno.

POSIBLES FALLAS

1.-No se evidencia que el doctor Róger Moreno haya evaluado al paciente durante la primera internación ni durante la última internación, ni el día de la cirugía.

2.-Hay una orden de internación de fecha 3 de septiembre del Dr. Moreno, pero no se evidencia que la misma haya sido hecha desde la consulta externa o desde Emergencias.

3.-No hay evidencia de que se haya realizado la valoración clínica ni evidencia de consulta médica en la que se haya realizado la orden de internación.

4.-No se aprecia planificación hecha por el cirujano, el Dr. Moreno, de quien solo hay evidencia de su presencia en la reunión de la comisión de tumores y en el momento mismo de la cirugía, compartiendo el acto quirúrgico con la doctora Isis Llapiz, como primera ayudante.

5.-No existe en el expediente la placa radiológica de la tomografía axial computarizada que haya sido utilizada de referencia al interior del quirófano, durante el acto quirúrgico

6.-Todo material imagenológico, que es la referencia para poder ver el tumor y ubicarse en la cirugía, se halla en un CD y posiblemente en poder de la familia del niño, es decir, la familia tenía las imágenes que debieron ser usadas en el quirófano.

7.-Es evidente, mediante el formulario de verificación existente, que al interior del quirófano se ha verificado que el sitio quirúrgico fue el adecuado y que fue marcado adecuadamente como referencia, pero surgen varias hipótesis a ser consultadas en este aspecto.

8.-No se llenan los ítems previos a la incisión ni posterior a la cirugía, por lo tanto, se incumple el protocolo.

9.-Los protocolos quirúrgicos están sin hora.

10.-En el diagnóstico preoperatorio no se especifica si el tumor estaba en el riñón izquierdo o derecho.

Con información de EFE y El Deber de Bolivia

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