El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés), Mark Carney, dijo el jueves que no se puede esperar a que la entidad anule el probable golpe que significará el Brexit a la economía, aunque podría influir en cómo ese golpe se propaga en Reino Unido.
En calidad de anfitrión en un evento para celebrar el vigésimo aniversario de la independencia del BoE del Gobierno, Carney dijo que la prosperidad económica de Reino Unido dependerá de los arreglos finales para su divorcio con la Unión Europea, así como de las políticas fiscales del Gobierno.
“Pese a que la política monetaria no puede impedir el crecimiento más débil de los salarios reales que probablemente acompañarán la transición a los nuevos arreglos comerciales con la UE, puede influir en cómo este golpe a los ingresos es distribuido entre pérdidas de empleos y alzas de precios”, afirmó Carney en el texto de su discurso.
La primera ministra británica, Theresa May, iba a hablar después de Carney en un discurso en defensa de la libertad de los mercados y la prudencia fiscal.
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