Beatos Pablo VI y Óscar Romero deben ser ejemplo para la Iglesia: Papa

Al realizar el sueño de canonizar a Pablo VI el papa, que marcó su formación, y a monseñor Óscar Romero, su modelo de pastor, el papa Francisco los propuso como ejemplos de un amor radical al evangelio, a la iglesia y a los más necesitados.

Francisco presentó al que fuera arzobispo de San Salvador, asesinado mientras celebraba la misa, como un hombre cuyo corazón estuvo magnetizado por Jesús y sus hermanos.

Monseñor Romero quien dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, para entregar su vida, según el evangelio, cercano a los pobres y a su gente.

A Pablo VI lo presentó como el sabio timonel del Concilio Vaticano II, un hombre de diálogo que tendió puentes y enseñó a los católicos a no vivir a medias.

El papa Francisco se despide de los fieles tras la ceremonia de canonización del Papa Pablo VI y el Arzobispo Oscar Romero en el Vaticano. (Reuters)

Gestó su vida por el evangelio de Cristo, atravesando nuevas fronteras y convirtiéndose en su testigo con el anuncio y el diálogo, profeta de una iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida de los pobres.

Pablo VI aún en medio de dificultades e incomprensiones, testimonió de una manera apasionada la belleza y la alegría de seguir totalmente a Jesús.

El papa afirmó que estos dos nuevos santos deben ser un ejemplo para que la iglesia sepa dejar de lado todo lo que la aleja de Dios y del evangelio.

El papa Francisco afirmó que el amor al dinero es la raíz de todos los males y que cuando se pone al centro, el dinero, no hay lugar para Dios y tampoco para el hombre.

Dejar las riquezas, dejar la nostalgia de los puestos y el poder, dejar las estructuras que ya no son adecuadas para el anuncio del evangelio, los lastres que entorpecen la misión, los lazos que nos atan al mundo.

Sin un salto hacia adelante en el amor, nuestra vida y nuestra iglesia se enferman de auto complacencia egocéntrica.

La canonización tuvo lugar ante 70 mil fieles entre ellos unos cinco mil llegados de El Salvador para San Romero de América.

María Lilian Pérez, fiel de San Salvador, opinó: “Monseñor Romero es un mártir, fue una persona que luchó y murió por los pobres, por la justicia y la igualdad en nuestro país, que tanto la necesitamos todavía”.

Para asistir a la canonización de Monseñor Romero también llegaron peregrinos desde México.

Elisa Patricia Camacho, fiel mexicana, comentó: “Siempre ha sido nuestro profeta y el pueblo ya lo ha hecho santo, para las comunidades de base en Chiapas en la diócesis de San Cristóbal es un gran santo que nos motiva a ir adelante en la lucha por defender a los pobres, como lo hizo Jesús por estar al lado del despreciado, del que nada tiene”.

Durante la ceremonia, el papa Francisco llevó puesto el cíngulo, es decir el cordón con manchas de sangre, que monseñor Romero llevaba puesto cuando fue asesinado, utilizó además un cáliz, el palio y el pastoral del papa Pablo VI.

En el altar fueron colocadas las reliquias de los nuevos santos, la camiseta ensangrentada que llevaba el papa Pablo VI durante un atentado en Manila, Filipinas, y un pedacito de hueso de Monseñor Romero.

Con información de Valentina Alazraki.
RAMG