CONFLICTOS ARMADOS

Basílica de Guadalupe consagra a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María

Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, se unió al  llamado del papa Francisco, quien consagró en el Vaticano a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María

  • El papa Francisco presidió una ceremonia en el Vaticano, en la que pidió la paz y condenó la destrucción de la guerra
  • La Virgen, según el segundo misterio de Fátima, exigió en 1917 la consagración de Rusia, que aquel año empezaba la revolución que desembocaría en su etapa soviética

Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, presidió hoy, 25 de marzo de 2022, en la Basílica de Guadalupe, la ceremonia de Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, con la intensión de que termine la invasión rusa y se alcance la paz.

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Aguiar Retes se unió así al llamado del papa Francisco quien este viernes consagró a las dos naciones al Inmaculado Corazón de María en una ceremonia en el Vaticano, en la que pidió la paz y condenó la destrucción de la guerra.

La liturgia por la paz se celebró al mismo tiempo en la Basílica de San Pedro del Vaticano y en Fátima (Portugal), donde Francisco envió al limosnero papal, el cardenal Konrad Krajewski, pero además el papa había pedido en una carta a todos los obispos y los fieles del mundo que se unieran al acto.

“En estos días siguen entrando en nuestras casas noticias e imágenes de muerte, mientras las bombas destruyen las casas de tantos de nuestros hermanos y hermanas ucranianos indefensos”, dijo el pontífice en su homilía.

El papa Francisco envió el texto completo del acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María a todos los obispos del mundo para que todos los católicos puedan rezar por la paz.

La Conferencia Episcopal ucraniana había solicitado al papa que consagrara al Inmaculado Corazón de María a los dos países contendientes “tal y como pidió la Santísima Virgen en Fátima”, en referencia a las supuestas revelaciones que la Virgen entregó a tres jóvenes pastores en la localidad portuguesa de Fátima en 1917.

La Virgen, según el segundo misterio, exigió la consagración de Rusia, que aquel año empezaba la revolución que desembocaría en su etapa soviética, o de lo contrario el país “difundiría sus errores por el mundo promoviendo guerras y persiguiendo a la Iglesia”.

El papa Pío XII ya consagró este país el 7 de julio de 1952 en su Carta Apostólica “Sacro vergente anno” y el 21 de noviembre de 1964 Pablo VI la renovó, en el marco del histórico Concilio Vaticano II.

Con información de Noticieros Televisa y EFE

AAE