Muchos de los barcos hundidos en Baja California Sur se han convertido en arrecifes artificiales que permiten la conservación de la biodiversidad marina.
Además son un atractivo para buzos que llegan de diferentes partes del mundo para admirar las diversas especies de la flora y fauna.
Algunos de ellos son el Salvatierra cerca de La Paz, o el carguero Lundemberg, que fue descubierto después del huracán Odile en 2014 cerca del arco de Cabo San Lucas.
También está el Fao Ming y el Lapas 03 hundidos en 1999 y que se encuentran cerca del archipiélago de Espíritu Santo en el Mar de Cortés.
Oscar Ortiz, guía de buceo, comentó: “Los arrecifes artificiales son hechos con la ayuda del hombre con distintos artefactos o estructuras ya sea metálicas que tienen que estar previamente limpias de todos corrosivos en algún material que pueda afectar lo que es la zona costera”.
Las estructuras contribuyen a la generación de espacios para la nueva vida submarina que las colonizan y son útiles ya que disminuyen la presión sobre los arrecifes naturales proporcionando sitios alternativos para el buceo
Fabricio Mújica, instructor de buceo, señaló: “Hoy día pues es un llano arrecife artificial. Inmediatamente empezó a generar organismos, colonias de organismos y a su vez tener una gran capacidad de especies pues peces, corales”.
El buceo en estos barcos despierta la curiosidad de recorrer sus oscuros pasillos, cubiertas, camarotes, y otras áreas. También es posible admirar la gran biodiversidad de organismos que atraen colonias de peces y flora marina.
Con información de Armando Figaredo
LSH
