ECONOMíA

Banxico mantiene previsiones de crecimiento; alerta por riesgos asociados al TLCAN

El Banco de México (Banxico) mantiene las previsiones de crecimiento para el país en 2018 y 2019 en el Reporte trimestral correspondiente al periodo de octubre de diciembre de 2017; no obstante, el banco central advierte por los riesgos asociados a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y por la incertidumbre propia del periodo electoral.

De acuerdo con el instituto central, “se continúa anticipando que la tasa de crecimiento del PIB en 2018 se ubique entre 2.0 y 3.0 por ciento y que en 2019 se observe una expansión de la economía de entre 2.2 y 3.2 por ciento”.

Estas previsiones consideran que, “si bien la demanda externa que enfrenta el país podría verse favorecida por las mejores expectativas de crecimiento, tanto de la producción industrial de Estados Unidos, como del comercio global, el entorno de incertidumbre que prevalece, especialmente respecto de los términos que regirán la relación comercial de México en Norteamérica”, podría influir adversamente en la evolución de la inversión en el país.

El Banco de México señala que “se espera un crecimiento de la economía cercano a su potencial, se estima que las condiciones cíclicas de la economía permanecerán en niveles similares a los actuales”.

Por lo que hace al empleo, el banco central también mantiene sin cambio la previsión de creación de puestos de trabajo, con un “aumento de entre 680 y 780 mil puestos de trabajo, mientras que para para 2019 se espera un incremento de entre 690 y 790 mil plazas”.

Para 2018, continúa el Banco de México, “se anticipan déficits en la balanza comercial y en la cuenta corriente de 1.1 y 2.1 por ciento del PIB, respectivamente (13.7 y 25.9 miles de millones de dólares, en el mismo orden)”, que se comparan con los previstos en el informe anterior “de 1.0 y 2.1 por ciento del PIB (13.1 y 25.9 miles de millones dólares, en el mismo orden)”.

Entre los riesgos a la baja para la actividad económica, el banco central destaca que se postergue “la renegociación del TLCAN, o bien que esta no resulte favorable para el sector productivo mexicano. En particular, un acuerdo que conduzca a un nuevo esquema de relaciones comerciales que afecte la formación de cadenas globales de valor podría incidir no sólo en el crecimiento de corto plazo, sino incluso en el potencial de expansión de largo plazo”. También, “que se observen episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales derivados del proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos, o de otros factores que pudieran reducir las fuentes de financiamiento”.

Advierte, además, por el riesgo de que “se presente volatilidad en los mercados financieros nacionales asociada al proceso electoral en México y que la competitividad de la economía mexicana se vea afectada por diversos factores, externos o internos, como lo son la reducción tributaria a empresas en Estados Unidos y los problemas de inseguridad pública en nuestro país”.

Entre los riesgos al alza para el crecimiento subraya la posibilidad de que se “resuelva la incertidumbre asociada a la renegociación del TLCAN, de modo que se reactive la inversión, posiblemente incluso en sectores antes no incluidos en el tratado”. Además, “que la implementación de las reformas estructurales produzca resultados superiores a los esperados. Al respecto, cabe señalar que ya se han observado algunos avances, tales como los resultados favorables de las rondas de licitación de las áreas de exploración y extracción de hidrocarburos, los cuales se espera redunden en una mayor inversión en los próximos años y en incrementos en la producción en el mediano plazo”.

El documento destaca que, “si bien el balance de riesgos para el crecimiento ha mejorado ligeramente como reflejo de la moderación de algunos de los riesgos más adversos y de la reactivación de la economía observada en el último trimestre de 2017, este sigue sesgado a la baja. Por otro lado, cabe destacar que la trayectoria negativa que la inversión ha mostrado por varios años, en conjunto con la atonía que podría mantener hacia adelante, apunta a riesgos a la baja para el crecimiento de la economía en el mediano y largo plazo”.

El Banco de México señala que, “considerando el comportamiento reciente de la inflación, la evolución de sus determinantes, la postura de política monetaria actual y el horizonte en el que ésta opera, se prevé que la inflación general continúe disminuyendo, aproximándose a lo largo del año hacia el objetivo de 3.0 por ciento y alcanzándolo en el primer trimestre de 2019, ubicándose cerca del objetivo durante el resto del año. El retraso en esta trayectoria está asociado, en parte, a los efectos aritméticos que tendrán los incrementos de los precios de algunos energéticos y frutas y verduras que afectaron en los últimos meses la medición de la inflación no subyacente, así como a la posición cíclica de la economía, la cual podría estar afectando la velocidad a la que la inflación subyacente ha disminuido. Por lo que se refiere a la trayectoria esperada para la inflación subyacente, se prevé que continúe descendiendo gradualmente y alcance niveles cercanos a 3.0 por ciento en el primer trimestre de 2019, para consolidar su convergencia a dicho nivel durante el resto del año”.

El banco central señala que “las previsiones anteriores consideran un comportamiento ordenado del tipo de cambio, la ausencia de presiones provenientes del mercado laboral y una reducción importante de la inflación no subyacente a lo largo de 2018, en la medida que no se repitan el tipo de choques que la afectaron el año anterior”.

 

 

 

(Con información de Banxico)

tfo