En el banco de germoplasma, donde investigadores del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología de Jalisco con sede en Yucatán, protegen y crean en laboratorio con técnicas de cultivo in-vitro, 50 especies de plantas que fueron desapareciendo por tráfico, incendios, tala y crecimiento urbano.
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En este centro se conserva y reproducen plantas catalogadas en la norma mexicana como vulnerables a desaparecer en el país.
“Tenemos unas 50 especies de las cuales ya hemos logrado protocolos de germinación. Están bajo protección de la norma 059 y pues algunas pueden estar catalogadas como amenazadas, también en peligro de extinción”, Julia Cano, investigadora del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología de Jalisco con sede en Yucatán.
Para reproducir las especies, los investigadores realizan trabajos de campo en donde recolectan plantas, de las que se utiliza el tallo, hoja y raíz y mediante protocolos de germinación in-vitro se multiplica la especie.
“Con el protocolo que se esté trabajando entonces, ya podemos tener, que empiecen a generar brotes o callo y vamos teniendo la propagación de las plantas”., Julia Cano, investigadora.
Para preservar las plántulas se siguen protocolos de cuidado como el control de humedad, de luz y temperatura de 23 a 25 grados según la especie.
Por ejemplo, esta es una plántula de “Galeandra” especie de orquídea que está en la Lista Roja Internacional como especie en peligro de extinción.
“Lo que tratamos es preservar el mayor número de plantas posibles, pero también, poder multiplicarlas. Nos van a permitir tener protocolos de regeneración de las plantas que sean eficientes”, Julia Cano, investigadora del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología de Jalisco con sede en Yucatán.
“El material vegetal que nos permita reproducir las plantas a largo plazo en 100 o más años”, María Teresa Pulido, investigadora.
Orquídeas, plantas alimenticias y medicinales son algunas de las especies que se protegen en estos bancos de germoplasma.
“Tenemos plantas alimenticias que son muy importantes para cualquier banco de germoplasma, pero también tenemos medicinales que hay muchas que han tenido muy buena aceptación”, María Teresa Pulido, investigadora del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología de Jalisco con sede en Yucatán.
Estas semillas cubren los requisitos de alta calidad genética, fisiológica, física y fitosanitaria, útiles para el ser humano y son una garantía para que el propio hombre pueda utilizarlas en caso de sequías o desastres naturales.
Con información de Alejandro Sánchez
DMGS
