Este miércoles personal del Laboratorio de Revisión de Obras, que depende de la Contraloría General de la Ciudad de México, examinó los escombros del colegio Enrique Rébsamen, donde 19 niños y siete adultos perdieron la vida.
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Revisaron la loza del edifico que derrumbó y con un taladro industrial realizaron perforaciones. Con una sierra eléctrica realizaron cortes y tomaron muestras de los materiales.
Inspeccionaron la parte trasera del edificio que aún se encuentra apuntalada por polines que fueron colocados durante las labores de búsqueda y rescate.
Los inspectores se retiraron del lugar sin hacer declaraciones.
Minutos después llegaron al Colegio Rébsamen ingenieros expertos en estructuras, de Estados Unidos que solicitaban revisar el edificio. Dijeron que trabajan en coordinación con el Colegio de Ingenieros Civiles, con la finalidad de aprender de esta experiencia en México.
No se les permitió el paso, ya que el edificio está resguardado por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y sometido a investigación.
Afirmaron que las normas de construcción en México deben de ser más estrictas, principalmente en escuelas y hospitales.
Yo creo que se deben de hacer mejoras. Debe ser más dura la regulación, particularmente para escuelas o instalaciones críticas, si es muy importante protegerlas. Hemos visto 20 edificios colapsados en México y en Jojutla; y estamos aprendiendo de este comportamiento para ver qué lecciones nos deja para el futuro, cómo podremos nosotros hacer las cosas mejor y qué tipo de mejoras se deben de hacer a escuelas o edificios críticos como hospitales”, señaló Mark Pierepiekarz, ingeniero estructural de EU.
Los ingenieros de Estados Unidos manifestaron su deseo de que ya que sea liberado el edificio por parte de las autoridades para que les permitan hacer una revisión.
Con información de Santos Briz
MAP
