En Guerrero, grupos de autodefensas han puesto retenes y hacen patrullajes para evitar los contagios de COVID-19, aunque no todos están conformes con este despliegue.
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Además, no han sido exitosos evitando una mayor propagación de la pandemia.
Desde el comienzo de la pandemia, elementos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, la UPOEG, montaron filtros sanitarios y operativos de supervisión en 18 de los 81 municipios de la entidad.
Cuando nos damos cuenta de alguna fiesta, muchas veces no respetan a la Policía Preventiva y ya cuando va la policía de nosotros sí es más respetada que tiene una autoridad moral, no social con la gente”, dijo Bruno Plácido, dirigente de la UPOEG.
De los más de 14 mil 600 casos de COVID-19 en Guerrero, cerca de 10 mil están en los 18 municipios donde opera la UPOEG.
“Hemos empezado a detener los autobuses, vehículos pequeños que vienen fuera de nuestro municipio. Las únicas que pueden entrar son las de la misma comunidad”, dijo Santos Moreno, coordinador de la UPOEG.
Con este protocolo aprobado por la Asamblea Comunitaria se permite el acceso o salida de la comunidad sólo por emergencia.
Al inicio de la pandemia, pobladores del municipio de Marquelia en la Costa Chica del estado, exigieron el retiro de las autodefensas.
La UPOEG defiende la efectividad de sus puntos de revisión.
Ante el cambio del semáforo epidemiológico, han modificado sus filtros y operativos. Ahora son aleatorios.
Con información de Víctor Valles-Mata y Víctor Olvera.
LLH
