El fiscal de Quintana Roo, Miguel Ángel Pech, reveló que una de las hipótesis de la investigación por el artefacto encontrado en una embarcación de la empresa Barcos Caribe es un autoatentado. En entrevista para Despierta con Loret, dijo que el barco tiene más de diez meses sin operar y estaba fondeado a 500 metros del muelle de Cozumel.
Miguel Ángel Pech reiteró que la Fiscalía de Quintana Roo respondió de forma inmediata tras la explosión del ferry el pasado 21 de febrero en Playa del Carmen, “privilegiando la salud y la vida de las personas, aunque el lugar es una jurisdicción federal”.
El fiscal explicó que después de la explosión, la subdelegación de la PGR “entró directamente a trabajar por tratarse de naturaleza federal y, en forma conjunta, se embalaron y se han remitido al laboratorio de la Ciudad de México todo esto, para entregar el resultado”.
Sobre el incidente del 1 de marzo, el fiscal detalló que en redes sociales empezaron a difundir la existencia de un artefacto amarrado en el ancla de la embarcación. Aclaró que “no era un barco que estaba cruzando, sino en uno de los barcos que está fondeado a más de 500 metros del muelle de Cozumel y que tiene más de diez meses de no estar operando”.
Pech señaló que “resulta extraño que los buzos de esta empresa hayan difundido a través de redes y otros medios que se haya encontrado este artefacto”. Reveló que buzos de la Marina lograron destrabar el artefacto y entregarlo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), “que es la encargada ahorita de hacer lo pertinente”.
-¿Sospecha de un autoatentado?
“Estamos buscando todos los datos de pruebas necesarios para tener una certeza de lo que acabas de señalar, hasta ahorita no lo podemos afirmar”.
-¿Es una de las hipótesis?
“Es una de las hipótesis de investigación debido a la forma en que se propagó la noticia, a través de las redes. Insisto, este barco donde fue encontrado este artefacto no explosivo es otro barco de esta compañía, pero que está fondeado hace más 10 meses a 500 metros del muelle de Cozumel”.
Sobre reporte de colaboración del FBI en el caso, el fiscal Miguel Ángel Pech precisó que “desde el momento de los hechos, la embajada de Estados Unidos se puso a nuestra disposición para colaborar con las investigaciones, aún no se ha presentado, cualquier tipo de investigación que hiciera sería a través de nosotros como colaboración, exclusivamente”.
Explicó que, debido a que hubo ciudadanos estadounidenses en el hecho registrado el 21 de febrero, autoridades de EU “ofrecieron también colaborar bajo nuestra dirección en todo lo que pudieran realizar”.
Dijo que, en un primer intento de colaboración, les proporcionaron todos los videos que se habían difundido en redes sociales “y ahí inició su propia investigación”.
-¿No hay indicios de explosivos en ese incidente?
“Exactamente, todo lo que fue recolectado, embalado por parte de PGR fue directamente llevado a los laboratorios de PGR en la Ciudad de México y estamos en espera de que ellos emitan directamente el dictamen final”.
-¿Hay terrorismo en esto?
“No lo podríamos afirmar, sería muy aventurado y además poco ético de nuestra parte porque no tenemos elementos de prueba”.
Sobre el saldo final de la explosión registrada el 21 de febrero, Miguel Ángel Pech señaló que hay dos personas aún hospitalizadas y la Fiscalía está pendiente de su evolución. Reveló que la familia de uno de los heridos acudió a la empresa de la embarcación para recibir tratamiento emergente “y había molestia porque no le querían proporcionar este servicio”.
Con información de Despierta con Loret
MLV
