Durante el año pasado, el EI siguió siendo “la amenaza terrorista más potente a la seguridad global”, a pesar de que perdió territorio en Irak y Siria y se quedó “en su punto más bajo en cuanto a fuerza en el campo de batalla desde al menos 2014”, de acuerdo con el informe estadounidense publicado.
El descenso en los ataques “se debió principalmente a la reducción de los atentados y las muertes en Afganistán, Siria, Nigeria, Pakistán y Yemen”, aunque otros países experimentaron un aumento, entre ellos Irak, Turquía, Somalia, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo, según el documento.
En 2016 hubo ataques terroristas en 104 países del mundo, pero el 55 por ciento de ellos se concentraron en apenas cinco: Irak, Afganistán, Pakistán, India y Filipinas, mientras que el 75 por ciento de las muertes se produjeron en Irak, Afganistán, Pakistán, Siria y Nigeria.
El EI “fue responsable de más ataques y muertes que ningún otro grupo” terrorista en 2016, con un 20 por ciento más de ataques y un 69 por ciento más de muertes en Irak que en 2015, indica el documento.
El grupo yihadista perpetró ataques en 20 países el año pasado, gracias a sus “ocho filiales reconocidas y numerosas redes no declaradas que operan fuera” de sus bastiones en Irak y Siria, con especial fuerza en África Occidental (Boko Haram), Afganistán, Pakistán, Egipto, Libia y Yemen.
“El EI fue expulsado de casi una cuarta parte del territorio que controlaba en Siria e Irak al comienzo del año”, indica el informe.
Las trabas impuestas por numerosos países al flujo de combatientes extranjeros hacia esos países, “sumadas a las muertes en combate, dejaron al grupo en su punto más bajo en cuanto a fuerza en el campo de batalla desde al menos 2014”, agrega.
No obstante, hubo “muertes masivas” como consecuencia de atentados en espacios públicos, “a veces utilizando medios y métodos poco sofisticados”, como el atropello de cientos de personas en Niza (Francia) en julio de 2016, y los ataques en un mercado navideño en Berlín en diciembre y en el aeropuerto de Estambul en junio.
En 2016 hubo un total de 11.072 ataques terroristas en todo el mundo, que provocaron 25,600 muertes y dejaron más de 33,800 heridos, y más de 15,500 personas fueron secuestradas por grupos terroristas en todo el mundo, según el informe.
RAMG