ACCIDENTES

Así vive su luto Tlahuelilpan tras la explosión

Tlahuelilpan está de luto. La tragedia del viernes pasado trastocó la vida de casi todos los habitantes.

Este martes fue día de tianguis en Tlahuelilpan, Hidalgo. Decenas de comerciantes de otros municipios del estado llegaron al centro de la ciudad, pero no hubo ventas.

“Hoy es un día que es de tianguis y no hay gente, está muy triste, algunos puestos no vinieron, por lo mismo. El martes es nuestro mejor día y es el día qué hay mucha gente y ahora está todo muy triste”, dijo Cenorina Tovar Flores, comerciante de Tlahuelilpan.

En la puerta de las casas donde hay un familiar fallecido, cuelga un moño, blanco o negro de acuerdo a la edad del difunto.

Ubicado en el Valle del Mezquital, Tlahuelilpan tiene 12 comunidades, 4 mil 842 viviendas y 19 mil 389 habitantes, quienes se dedican en su mayoría al campo a la cosecha de maíz, frijol, trigo, nopal, alfalfa y cebada, otros se dedican al comercio.

Este martes no fue como otros donde había bullicio, gente en las calles, música, mercado, ventas.

El ánimo en Tlahuelilpan, ha decaído y las calles se ven desiertas.

Casi todos los habitantes de esta comunidad tienen un familiar, un conocido, un amigo, que murió, que está desaparecido o que resultó herido en la explosión.

“Estamos pasando por una situación muy difícil y muy triste para el pueblo de Tlahuelilpan. Es muy triste caminar por las calles y ver, sentir la tristeza y ver que van y vienen cuerpos a sepultar a la iglesia de regreso, es muy triste”, señaló Martha Rodríguez, vecina de Tlahuelilpan.

“Se siente muy calmado el ambiente todo, tan solo el día de hoy no hay gente. Estos días de plano no ha habido nada de movimiento. Se siente feo, eran personas muy allegadas que no se dedicaban a eso”, apuntó Giovani Pérez, vecino de Tlahuelilpan.

En Tlahuelilpan, los habitantes continúan con su duelo, los cortejos fúnebres recorren las principales calles del municipio.

Este martes, cinco jóvenes más fueron despedidos por sus familiares.

Ellos sobrevivieron a la explosión, pero murieron cuando recibían atención médica en un hospital.

Las cuatro carrozas y una urna de cenizas llegaron a la Iglesia de San Francisco de Asís donde se ofició una misa.

Luego, los cuatro ataúdes se dirigieron al panteón acompañados con música, flores y cruces de madera.

La urna con las cenizas permaneció en la iglesia junto con sus familiares.

Con información de Bertha Alfaro.

LLH