Este 12 de octubre, diversos grupos se manifestaron en la Ciudad de México para conmemorar el Día de la Resistencia Indígena, pero se sumaron otras agrupaciones para protestar en contra de la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles, para pedir justicia por los desaparecidos y más presupuesto para el sector salud.
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Antes de las 5 de la tarde se congregaron en el Monumento a la Independencia grupos de instituciones educativas como Instituto Politécnico Nacional y UNAM, así como organizaciones de la sociedad civil e indígenas.
Alrededor de las 5:20 de la tarde, salieron con destino al zócalo capitalino y avanzaron por Paseo de la Reforma.
Durante la marcha, integrantes de pueblos originarios depositaron una ofrenda en el Monumento a Cuauhtémoc.
“Es una humilde ofrenda que le damos a la madre Tierra para que despierte y nos escuche, que esté presente en la guía de nuestros pasos”, dijo Yolanda Martínez, habitante del antiguo pueblo de Tlacopan-Tacuba.
Encapuchados vandalizan comercios y restaurantes, incluso se roban comida
Se trató de una marcha pacífica, sin embargo, se incorporó un grupo de aproximadamente 20 personas encapuchadas realizó actos vandálicos: rompiendo vidrios y realizando pintas en estaciones del Metrobús. También en una exposición fotográfica, en cortinas de comercios cerrados y vidrios de bancos. Vandalizaron restaurantes de comida rápida e, incluso, se robaron alimentos.
Cuando la marcha se encontraba en Avenida Juárez y ante los actos vandálicos, se incorporaron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, mismos que al ingresar a la calle 5 de Mayo, fueron encapsulados por algunos manifestantes.
Alrededor de las 7 de la noche, los manifestantes ingresaron al zócalo de la Ciudad de México.
Se encontraron con una plancha ocupada por la Feria del Libro y con un Palacio Nacional sin vallas de acero de 2 metros que, durante las últimas movilizaciones, resguardaron el edificio histórico.
En esta ocasión, fueron colocadas 2 líneas de rejas metálicas y una de policías con escudos. Los encapuchados retiraron las primeras rejas, las de color naranja.
Incluso, algunas las lanzaron contra los policías, así como petardos, botellas y objetos con pintura color rojo que mancharon la fachada de Palacio Nacional.
Los manifestantes llamaron al grupo encapuchado a retirarse.
“Totalmente en contra, porque de hecho veníamos pacíficamente, no veníamos a hacer destrozos”, indicó Cristina Sánchez, manifestante.
Los manifestantes se quedaron en el Circuito de la Plaza de la Constitución y la calle de Pino Suárez escuchando a los oradores en el templete.
“No estamos de acuerdo con las formas que están tomando para reprimir a nuestras comunidades y a nuestros pueblos originarios, que tiene que tener respeto porque así lo dijo y no lo está cumpliendo. Porque queremos seguir existiendo, vamos a seguir luchando”, agregó Mary Chuy, Congreso Nacional Indígena.
Con información de reporteras y reporteros de N+
HAVJ
