El submarino argentino ARA San Juan fue encontrado a un año y un día de haber desaparecido en las profundidades del Océano Atlántico con 44 personas a bordo.
“Todos mal, viviendo esta pesadilla que es muy difícil, porque yo como se los dije recién, quería otro desenlace”, dijo Marcela Moyano, familiar.
Las autoridades publicaron imágenes del momento en que el equipo de la compañía estadounidense Ocean Infinity encontró al submarino a 870 metros de profundidad en el lecho de la península de Valdés en la Patagonia.
Un capitán de la Marina informó del hallazgo a los familiares de los tripulantes y les mostró imágenes de los restos de la embarcación. Ahora, madres, esposas, hermanos e hijos piden que se recuperen los restos de sus seres queridos.
Familiares de los 44 miembros de la tripulación del submarino ARA San Juan (Reuters)
Aunque sea un huesito, un pedazo de tela, algo queremos de él, tener y decir, acá está, acá vamos a llorar, no podemos andar a la deriva, queriendo llorar ¿a dónde? ¿al mar, a la playa?”, explicó Mirta Mabel, familiar.
Sin embargo, las autoridades consideran que será difícil recuperar los restos de la nave, pues creen que, al intentar reflotarla, podría romperse. El submarino implosionó, con lo cual su casco resultó dañado, además estaba diseñado para aguantar la presión de hasta 600 metros debajo del mar y lleva más de un año expuesto a la presión de casi 900 metros.
Ahora solo pienso en luchar y pedirle, así como le pedí a la jueza que colabore para que los refloten”, aseguró.
El submarino fue construido a mediados de los ochenta. En 2012 le cambiaron el motor y las baterías.
Al momento de desaparecer, regresaba a su base en Mar del Plata desde Ushuaia en el sur del país después de una misión de rutina, cuando el capitán reportó que había entrado agua al submarino, lo que provocó un corto circuito en el sistema de baterías de la embarcación. Le ordenaron regresar inmediatamente a la base, pero el 15 de noviembre de 2017 se perdió la comunicación. Días después, confirmaron haber registrado un sonido consistente con una explosión, cerca de la última ubicación conocida del ARA San Juan.
En los días posteriores comenzó una carrera contra el tiempo para encontrar al submarino antes de que se agotara la reserva de aire de la embarcación. 28 embarcaciones y nueve aviones procedentes de 11 países participaron simultáneamente en las labores de búsqueda a 900 kilómetros de la costa.
Pero tras dos semanas sin éxito y tras haber pasado el tiempo en que podía hallarse a la tripulación con vida, la búsqueda internacional se suspendió.
El gobierno argentino, sin embargo, no dejó de buscar a sus desaparecidos y en septiembre contrató a la compañía estadounidense Ocean Infinity, que utilizó un submarino no tripulado para realizar la búsqueda. Miembros de la compañía confirmaron que, de ser requeridos, podrían también asistir al gobierno en la operación para rescatar los restos del submarino.
Con información de Juan José Parcero
HVI
