CRIMEN Y SEGURIDAD

Asesinato de madre e hija en Guerrero, un caso más de violencia contra mujeres de la montaña

Las mujeres de la montaña denuncian poco la violencia en su contra por miedo y por desconocimiento de sus derechos

En la montaña de Guerrero se vive otro tipo de violencia. Según el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, en un año, de marzo de 2020 a abril de 2021, se han documentado 264 casos de violencia contra mujeres, entre ellos 20 feminicidios y 20 violaciones.

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“Las encontré a las dos colgadas, mi sobrina estaba a las espaldas de mi hermana, en los pies de ellas no vi nada, alrededor de un metro se encontraba una silla, corté la cuerda y las bajamos”, explicó Luis, familiar de víctimas en Tlapa, Guerrero.

En junio de 2020 Nery, indígena mixteca de 20 años de edad y su hija de 3 años, fueron encontradas muertas en su domicilio en Tlapa, Guerrero.

“En ese momento manejaron que era suicidio, posteriormente la investigación giró como homicidio”, señaló Luis.

Sus familiares sostienen que Nery era incapaz de matar a su hija y luego suicidarse. Cuentan que meses antes, Nery les dijo que era agredida verbal y físicamente por su esposo y padre de la niña, por lo que la familia lo considera el principal sospechoso.

“Estos son solamente de los casos que se conocieron que de muchos hay denuncias ya formalizadas, otros casos que se conocieron a través de las redes sociales, por esto de la pandemia que hay que resguardarse, se dan más discusiones y la violencia incrementa”, refirió Neil Arias, del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, Guerrero.

En el municipio de Mártir de Cuilapan, Guerrero, María descubrió que sus dos hijas de 9 y 11 años de edad, llevaban años siendo violadas por su esposo, quien durante la pandemia debió pasar más tiempo en casa. Tras denunciarlo y apoyarse en el centro Tlachinollan, el hombre ahora está en prisión.

“Desde el momento en que mi niña me dice eso yo me sentí defraudada porque dije, yo tenía a la persona, al enemigo haciéndole daño a mis hijas sin darme cuenta. Le creí a mi hija, le dije que no se preocupara que no iba a volver a pasarle”, aseguró Flor.

Pero en el caso de Ricarda, de 40 años, su agresor sigue libre. Ella fue asesinada en Alpoyeca, horas antes de Nochebuena. La menor de sus 5 hijas fue la única testigo y señaló a su padrastro como el agresor de su madre.

“Cuando yo me desperté él solamente la tenía en la pared, yo no me di cuenta que ella estaba sangrando”, dijo Perla.

“Era seguido de que él la golpeara, nos maltratara y seguido hablábamos a la policía, mi mamá llegó a ir hasta al ministerio. Fue un golpe muy fuerte ya que aquí en Alpoyeca no tenemos a nadie más, no tenemos familia ni nada. Él anda como si nada, muy feliz y nosotros no”, relató su hija Blanca.

Según el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, las mujeres de la montaña denuncian poco la violencia en su contra por miedo y por desconocimiento de sus derechos.

“Se sigue imponiendo el sistema patriarcal aquí, la mujer sigue sufriendo la triple discriminación, por ser pobre, por ser mujer y por ser indígena”, destacó Neil Arias.

Fue el caso de Magdalena Silva, indígena tlapaneca, originaria de Tlaquilzingo. Dice que fue discriminada y agredida verbalmente tras denunciar en el ministerio público el abuso sexual contra su sobrina, de 13 años de edad. No desistió y cinco días después, dice, logró que el agresor fuera detenido.

“Yo estoy de frente defendiendo a mi sobrina, lo que yo no pude hacer por mi, para que el hombre vea que también las mujeres podemos, no como antes, ahora no, si el hombre vale, también la mujer vale”, concluyó Magdalena Silva, familiar de víctima de Tlaquilzingo, Guerrero.

 

Con información de Víctor Valles-Mata y Fernando Guillén

KAH