En la celebración litúrgica de la Pasión y Muerte de Jesús en la Basílica de Guadalupe encabezada por el arzobispo Primado de México se pidió por los jefes de Estado y de todos los responsables de asuntos públicos, para que Dios les inspire decisiones que promueva el bien común en un ambiente de paz y libertad.
“Dios padre todopoderoso y eterno en cuyas manos están los corazones de los hombres y los derechos de las naciones, mira con bondad a nuestros gobernantes para que con tu ayuda se sientan en toda la tierra un auténtico progreso social, una paz duradera, y una verdadera libertad religiosa “, dijo Carlos Aguiar Retes, arzobispo Primado de México.
En una solemne ceremonia el Cardenal, también hecha especialmente para los que no creen en Cristo y los lectores que Jesús aceptó la voluntad de su padre de entregarse a la muerte y lo hizo por amor a la humanidad.
“Nos quiere de la libertad que digamos que amamos y ejercemos ese amor al servicio de los demás para que encontremos todo el camino de la vida y la eternidad”, mencionó Carlos Aguiar Retes, arzobispo Primado de México.
Al inicio de la ceremonia no se celebró la santa misa y el altar lució vacío, la cruz estuvo tapada y no hubo velas.
La liturgia comenzó con un rito de entrada diferente a los demás días: Los ministros acudieron a los vestidos de color rojo, el tono de la sangre y el silencio se postraron ante el altar como signo de humilde y reconocimiento al dulce redentor.
Se realizó la oración de los fieles, la adoración de la cruz y la distribución de la sagrada comunión.
El Cardenal participó con los miembros del cabildo de Guadalupe y los padres del santuario Mariano.
Con información de Guadalupe Flores
HVI
