Las momias de una mujer y un bebé, así como vestigios de cientos de años de antigüedad, fueron localizados en la región de la Sierra Alta de Sonora, en el municipio de Bavispe.
En relación a los entierros encontrados en cueva de Ochoa están claramente asociados a derrumbes del periodo se llaman medio y viejos de casas grandes esto es entre el año 900 y 1450, nosotros fechamos una barra de uno de los muros de cuarto que nos dio una antigüedad del 900 y fechamos un bebe que encontramos asociados a uno de los individuos que nos dio la temporalidad del año mil”, aseguró el antropólogo del INAH en Sonora, Júpiter.
El Centro Sonora del Instituto Nacional de Antropología e Historia estudia este hallazgo con equipos especializados.
“Lo interesante de la tomografía es que nos permite estudiar los bultos o fardos funerarios sin abrirlos sin destruirlos de tal manera que pueden quedar preservados sin alterarlos”, destacó el antropólogo del INAH en Sonora, Júpiter.
Los investigadores encontraron diversos objetos cerámicos y dos bultos enterrados que pertenecían a la raza Opata, lo que fue interpretado como producto de un ritual de sacrificio de esa etnia.
“Para la tomografía llevamos tres individuos para hacer el análisis una de ellos era la que le llamamos Oqui Ochoa, la señora Ochoa la cual era un bulto, cuyos pies estaban dentro de un costal o una tela y la cabeza tapada con un petate… ahí había otro individuo Bana que era un bebe”, mencionó el antropólogo del INAH en Sonora, Júpiter.
En la actualidad no hay suficientes vestigios de la tribu Ópata solo se sabe que dicha etnia habitó en la zona serrana de Sonora y Chihuahua.
Con información de Erika Palma
HVI
