Nadie espera para este miércoles un alza de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, ya que sería desviarse del ritmo “gradual” del ajuste establecido en marzo pasado, indicaron analistas.
Se espera que el banco central vea el insignificante crecimiento económico estadunidense en el primer trimestre de 2017 como un fenómeno temporal que no se interponga en el camino de sus planes para elevar las tasas de interés.
La Fed ha pronosticado dos alzas más de las tasas de interés para este año, y el mercado piensa que las probabilidades son mayores, casi el 50 por ciento, para junio próximo.
El gobierno informó la semana pasada que la economía de Estados Unidos se empantanó a una tasa anual del 0.7 por ciento en el primer trimestre de 2017, el crecimiento más lento en tres años.
Pero hay más. En marzo, las nóminas no agrícolas, las ventas de automóviles, la construcción de nuevas viviendas, la producción industrial y las encuestas de manufactura fueron más débiles de lo esperado, señalaron economistas de Bank of America Merrill Lynch.
Jim O’Sullivan, economista de High Frequency Economics, cree que el banco central volverá al libro de jugadas de la declaración del mes de abril de 2016.
Las circunstancias son extrañamente similares. En esa reunión, la Fed sabía que el crecimiento del primer trimestre iba a ser lento – aunque la tasa de crecimiento del 0.5 por ciento no fue liberado hasta el día después de su reunión.
Observadores de la Fed no creen que la declaración hará ninguna mención del plan de reducción de impuestos del presidente Donal Trump.
“La Fed, como todos los demás, no tiene una orientación más clara sobre el alcance de las políticas del gobierno de Estados Unidos que hace 100 días”, sostuvo Sal Guatieri, economista de BMO Capital Markets.
Después de su reunión de dos días, este miércoles se espera que el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed mantenga su gama de fondos federales constante pero emitirá un comunicado a las 14:00 horas locales.
“No espero que digan algo dramáticamente diferente en términos de orientación. Tendrán que reconocer que el primer trimestre fue débil. Creo que van a ser cautelosos sobre el PIB trimestral”, consideró Luke Tilley, economista en jefe de Wilmington Trust.
El clima cálido a principios del trimestre seguido por las tormentas de nieve en marzo es una excusa para los economistas sobre el lento crecimiento de sólo un 0.7 por ciento del PIB en el primer trimestre.
Pero la inflación es uno de los datos clave que han decepcionado, y los economistas dicen que la Fed podría decir algo al respecto.
“Los reportes de la inflación, el IPC (Índice de Precios de Consumo) y el PCE (índice de Precios de Gastos Personales de Consumo) fueron bastante débiles”, señaló Michelle Meyer, jefa de economistas de Bank of America Merrill Lynch.
“Hay un factor que explica el descenso. Si quieren enviar una señal pesimista, creo que va a ser a través del lenguaje de la inflación, sonando un poco menos seguros de que van a ver que la inflación se mueven a su objetivo del 2 por ciento”, explicó
Jim Caron, gerente de cartera de renta fija de Morgan Stanley Investment Management, manifestó que también está esperando los comentarios de la Fed sobre la inflación.
“Si salen demasiados preocupados por el PCE, vamos a rascarnos la cabeza bastante duro. Eso sería una sorpresa, así que creo que lo que hay que buscar es si se fijan demasiado en el número de la inflación. Todo lo demás será pecata minuta”.
El gasto del consumidor en Estados Unidos se mantuvo sin cambios en marzo por segundo mes consecutivo, y la tasa de inflación mensual general se desaceleró por primera vez en el año, confirmando una demanda local débil en el primer trimestre.
No obstante, al ajustar según la inflación el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadunidense, aumentó 0.3 por ciento, lo que puso fin a dos meses seguidos de caídas, informó el Departamento de Comercio.
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