DEBATES Y ENTREVISTAS

Análisis de la agenda política en la mesa de Despierta con Loret

Alexandra Zapata, investigadora del Imco; Gabriel Guerra, especialista en temas internacionales, y el economista Gerardo Esquivel hablan de la relación del presidente Enrique Peña Nieto con los empresarios; de los señalamientos contra Ricardo Anaya y de los problemas de Monreal en Morena.

El presidente y el empresario
El presunto señalamiento del presidente Enrique Peña Nieto al empresario Claudio X. González por el activismo de su hijo, el también empresario Claudio González, contra la corrupción, reportado por el diario New York Times, “sin duda es un error, pero enfocarse en este asunto deja fuera muchísimos otros actos de impunidad. Se olvidan de actos de intimidación contra otros actores. Se olvidan de que las auditorías se han hecho de manera discrecional; no es real pensar que no es un acto de intimidación directamente a organizaciones que han criticado al Gobierno”, afirmó Alexandra Zapata, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

En la mesa de Despierta con Loret, Gerardo Esquivel, coordinador ejecutivo de Investigación del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, señaló que “la razón por la que estos argumentos [sobre el señalamiento del presidente] tienen credibilidad, es por el antecedente de Pegasus, usado contra agentes de la sociedad civil críticos del gobierno. Aun si no fuera cierto, esto deja ver un rompimiento entre el Gobierno y la sociedad”.

Esquivel insistió en que “hubo referencia a Claudio X. González y a Juan Pardinas, y de él sabemos que fue sujeto de intentos de extorsión, de allí la credibilidad de la nota del New York Times”.

Para Gabriel Guerra, presidente y director general de Guerra Castellanos y Asociados, “hay varias cosas. Primero, hay que desagregar; la reunión en sí es un pie de página en una historia de cómo este Gobierno se ha relacionado con las organizaciones de la sociedad civil. Históricamente, en México todos los gobiernos han espiado, eso no es una novedad, es una pena que suceda, pero casi siempre existía algún tipo de interlocución que terminaba en algo un poco más positivo; ahora eso se ha descompuesto y se ha convertido en un tema de encono de ambas partes, en donde hay una parte que es la ofendida y tiene más razón en estar enojada; pero este tema hace que nos desviemos de temas importantes, por ejemplo, si se debe apuntar a la corrupción de todos los partidos, parejo, porque hay quien defiende que los actos de corrupción de Morena son menos reprobables que los del PRI, entonces, necesitamos piso parejo para señalar la corrupción”.

En segundo lugar, abundó Guerra Castellanos, “una cosa son los actos de intimidación como el espionaje, pero las auditorías pueden tener o no razón. Yo he sido objeto de auditorías; cuando dejé el servicio público me cayó la primera auditoría en el sector privado. Yo ilustro que sucede y puede suceder. Trabajé para un gobierno y al cambio de administración me cayó la auditoría. Es cierto que no tenía cinco auditorías, porque a lo mejor están investigando algo en particular, pero el hecho de que lo creamos, habla de cómo se ha descompuesto la relación entre el Gobierno y la sociedad civil”.

Por otro lado, continuó Gabriel Guerra Castellanos, “si yo fuera don Claudio, me preocuparía, porque ya rompió con López Obrador, que lo considera de la mafia del poder, y ahora con el régimen priista; pero habría que preguntarse si hay un rompimiento no del Gobierno, sino del viejo empresariado. Es verdad, que no se entiende por qué hacer el señalamiento en público, pero también puede ser una forma de señalar que es un viejo estilo de hacer negocios, de mezclar la política con los negocios, porque los empresarios de una época no hacían negocios al margen de la política y no eran ajenos a pedir favores”.

Para Alexandra Zapata, la postura de Claudio X. González es “una postura valiente, que marca un nivel de hartazgo de cómo se hacen las cosas y el nivel de golpeteo e intimidación del Gobierno. Cómo sale el presidente a negarlo, a decir que es mentira, a pesar de que hay más gente que lo presenció. Me parece que tiene que recordar cuáles son sus índices de credibilidad y popularidad y pensar a quién le creen los ciudadanos”.

El caso Ricardo Anaya
Sobre las notas periodísticas que apuntan a que Ricardo Anaya, presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), tiene una fortuna inexplicable, Gerardo Esquivel señaló que “la evidencia que presenta El Universal no es indicio de un enriquecimiento inexplicable; aunque se puede inferir que cuando fue secretario particular [del gobernador de Querétaro, entre 2003 y 2009] se hizo de información privilegiada que le permitió realizar algunos negocios”.

Para Esquivel, “lo que parece preocupante es la denuncia de Ricardo (Anaya) de que las fotografías empleadas en el reportaje pueden haber venido de información que sólo maneja el Gobierno, en este caso los pasaportes; eso es lo preocupante”.

Alexandra Zapata apuntó que “en el Imco no hacemos pronunciamientos públicos sobre las declaraciones 3de3, pero coincido en que se da, otra vez, en un contexto más amplio de la discusión sobre el nombramiento del fiscal, en el que los panistas se oponen al pase automático del procurador [Raúl] Cervantes y piden un fiscal realmente independiente, que genere confianza a los ciudadanos”.

Gabriel Guerra Castellanos se dijo “de acuerdo en que no debe haber pase automático para el procurador, sea el que sea, porque tratándose de una designación transexenal, me parece un acierto, pero, otra vez, esto deja fuera una discusión de fondo, que nadie toca, sobre cómo van a estar financiadas las áreas de estructura de la Fiscalía”.

Guerra Castellanos consideró que “lo de Ricardo Anaya hay que verlo como parte de la lucha y el combate político. Yo creo que cualquier persona que tuviera una fortuna como la que se dice, tendría que explicar de dónde viene”.

Aseguró: “hemos visto que la 3de3 se presta para mentir; lo que no se vale es que cuando exhiben a alguien más, digan que a qué bien se lleva la lucha por la transparencia y cuando les pega, digan que es golpeteo político”.

Gabriel Guerra apuntó que “hábilmente Ricardo Anaya dice que estos señalamientos son por su postura frente al nombramiento del fiscal, pero no había tenido ese tema en su agenda como presidente del PAN, o por lo menos no lo recuerdo”.

En la mesa de Despierta con Loret, coincidieron en que estos señalamientos “le pegan a sus aspiraciones presidenciales”, pero, apuntó Alexandra Zapata, “Moreno Valle se beneficia de este movimiento y manda a Javier Lozano a defender el pase automático”. Aunque, acotó Gabriel Guerra, “surgió una acusación gravísima en contra de Moreno Valle sobre espionaje e intentos de homicidio, con dos acusadores diciendo que han tenido que esconderse por miedo a lo que pueda sucederles”.

Monreal, Morena y López Obrador
Sobre la reacción de Ricardo Monreal, delegado en Cuauhtémoc, frente a una encuesta que da a Claudia Sheinbaum como favorita para ser candidata de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Gerardo Esquivel señaló que “Monreal actúa parecido a Andrés Manuel López Obrador, porque participa en un proceso con reglas a las que los otros perdedores se apegan, pero él prefiere protestar”.

Esquivel afirmó que, “desde mi perspectiva, Morena saldría ganando con una candidata como Claudia Sheinbaum, y si Monreal se sale de Morena, también gana el partido por dejar atrás a un personaje con la carga de Monreal”. Acotó que no entiende “cómo el PAN y el PRD podrían sumarse a una candidatura como la de Monreal”, en caso de que intentaran ir juntos por la Ciudad de México.

Gabriel Guerra señaló que “si me hubieran encuestado a mí, yo hubiera, sin duda, optado por Claudia Sheinbaum, porque me parece un personaje atractivo, pero lo cierto es que tampoco me parece creíble que Monreal haya quedado tan lejos. También me parece paradójico que salga Claudia a decirle que tiene que saber perder. Deberían de editar y guardar ese video para después de la elección de 2018”.

Por otro lado, de acuerdo con Gabriel Guerra Castellanos, “si Monreal saliera de Morena sí sería un golpe muy fuerte para López Obrador, porque me parece que Monreal es un operador político de primera línea para Morena”.

Para Alexandra Zapata, “creo que es un cálculo que hizo López Obrador, que ve y siente a Monreal con una carga que puede obstaculizar su discurso anticorrupción, porque si esa va a ser su bandera en el 2018, se tendrán que deshacer de esos personajes”.

Ante el silencio de Andrés Manuel López Obrador frente a la reacción de Ricardo Monreal, Gerardo Esquivel consideró “que AMLO no tiene que estar al centro del diálogo para arreglar el problema, porque deja que los órganos de Morena se hagan cargo de la discusión”.

 

 

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