POLíTICA

AMLO: No quiero ser dictador, ni cacique

A trabajar sin descanso durante este sexenio para lograr una verdadera transformación de México, convocó desde Palenque, Chiapas, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Hay que aprovechar el tiempo y ¿por qué les digo seis años? porque no voy a reelegirme, no voy a gobernar más tiempo, por principios, yo soy partidario del sufragio efectivo no reelección, no quiero convertirme en un dictador, ni siquiera en un cacique, quiero pasar a la historia como un gobernante que impulsó y fortaleció la democracia en México”, apuntó López obrador.

Explicó otro de los motivos por los que tiene prisa para cambiar a México.

“Para que, si nos va mal, porque no sabemos, en las democracias el pueblo es el que manda, como el pueblo es el que decide y la gente dice: va pa’tras, queremos de nuevo regresar a lo de antes, pues cuando menos que les cueste trabajo echar para atrás lo que ya vamos a dejar avanzado””, señaló López Obrador.

En el ejido Nueva Esperanza presentó el programa Sembrando Vida que tiene como meta en dos años sembrar árboles en un millón de hectáreas.

Para este dos mil 19 se plantarán 500 mil hectáreas, de las cuales 200 mil estarán en Chiapas.

80 mil campesinos chiapanecos ganarán con este programa social un jornal de 5 mil 600 pesos mensuales durante todo el sexenio.

El presidente llegó al ejido Nueva Esperanza bajo una lluvia moderada que después se transformó en una tormenta con viento.

Al iniciar el evento se suelta un aguacero con el aire que lleva la lluvia hasta el presídium donde estaba el presidente López Obrador.

“Me dio mucho gusto estar aquí y también que está lloviendo fuerte, todo este aguacero, porque estaba la seca, no llovía, tenía tiempo y ahora va a caer hasta pejelagarto”, comentó López Obrador.

Al llegar a la sede del evento, el presidente se detuvo para hablar con el campesino Salomé Díaz Salazar, quien le pidió ayuda para su hijo Ángel de Jesús, de año y medio de edad, que padece hidrocefalia.

El presidente le pidió a la Secretaria de Bienestar, María Luisa Albores, que se encargara personalmente de este caso

Salomé Díaz se define como campesino al machete. Gana 700 pesos a la semana.

Pidió prestado para pagar un taxi y llevar a su hijo ante el presidente, su última esperanza para ayudar a Ángel de Jesús.

“Me dijo que me va a apoyar, que se lo van a llevar a México porque ya he pedido mucha ayuda a los otros y me han dado la espalda. Confío en él, pues él vio que no es ningún engaño, pues yo le traje a mi pequeño para que él pudiera ver y echarme la mano, porque la verdad nosotros ya no podemos hacer más, pues el salario que nosotros ganamos no nos alcanza más que para puros pañales, leche y la poca comida que podemos comer”, apuntó Salomé Díaz, padre de menor.

Con información de Juan Sebastián Solís.

LLH