POLíTICA

AMLO confirma que terminó de leer denuncia de Lozoya; ‘está fuertísimo’

Emilio Lozoya denuncia que algunos legisladores de la oposición exigieron cerca de 50 millones de dólares en sobornos

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), informó que ya terminó de leer la denuncia que presentó Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, ante la Fiscalía General de la República (FGR).

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“Está fuertísimo, ya termine y hay cosas que vamos a decir, anecdóticas, lo del Ferrari por ejemplo o la bolsa de la periodista, pero hay cosas de fondo, como lo de Etileno XXI”, señaló el mandatario mexicano en conferencia de prensa matutina desde Aguascalientes.

Los ejemplos de presuntas coimas, sobornos y corrupción contenidos en las acusaciones hechas por Emilio Lozoya incluyen algunos de los casos de corrupción más extraños, banales y coloridos que se han visto en mucho tiempo, y van desde un llamativo automóvil deportivo hasta una solicitud para el pago de matrícula escolar.

El exdirector Pemex dijo que algunos legisladores de la oposición exigieron cerca de 50 millones de dólares en sobornos para votar a favor de una reforma para la privatización del petróleo. Estos son algunos ejemplos:

SOBORNO SOBRE RUEDAS

En 2015, uno de los gobernadores más abiertamente corruptos de México, Javier Duarte –quien se encuentra en prisión–, supuestamente se acercó al entonces presidente Enrique Peña Nieto y le entregó un folder misterioso.

Una vez a bordo del avión presidencial, Peña Nieto abrió el fólder y encontró una fotografía y las llaves de un antiguo Ferrari, el cual Duarte afirmó que alguna vez perteneció a un expresidente.

De acuerdo con Lozoya, el Ferrari, junto con bolsas llenas de dinero, terminaron en el almacén de un edificio secreto que Peña Nieto alguna vez trató de usar como un “museo presidencial” dedicado a su gobierno.

Quizás apropiadamente, el inmueble fue edificado por un contratista acusado por Lozoya de pagar sobornos, pero nunca abrió sus puertas. Peña Nieto no ha comentado públicamente sobre las acusaciones, pero otras personas implicadas las han refutado enérgicamente.

SOMBRAS DE WATERGATE

En la década de 1970, una fuente conocida como “Garganta Profunda” se reunió con reporteros del diario The Washington Post en un estacionamiento de la capital estadounidense.

De acuerdo con Lozoya, en agosto de 2014, el jefe de sus escoltas del Estado Mayor Presidencial fue al estacionamiento de la Cámara de Diputados y entregó 6,8 millones de pesos (520.000 dólares en ese entonces) a un colaborador del político de oposición Ricardo Anaya.

El problema, como señaló Anaya, fue que había dejado su cargo en el Congreso cinco meses antes y presumiblemente no tendría acceso al estacionamiento del inmueble, o una razón por la cual ser sobornado.

EXIGENCIAS DE DINERO

Lozoya afirma que algunos senadores de la oposición se mostraron abiertos, molestos e incluso exigentes al pedir sobornos a cambio de aprobar una reforma energética.

Dijo que un exsenador se emborrachó durante una conferencia de energía en Houston, Texas, se acercó a él y tiró una bandera mexicana, mientras gritaba que era una traición porque no cumplieron con la cantidad de dinero acordada.

MALETAS LLENAS DE EFECTIVO

Lozoya afirma que, entre 2013 y 2014, arregló que un grupo de legisladores de oposición recibieran unos 80 millones de pesos. Las entregas del efectivo fueron organizadas a través de mensajes en teléfonos desechables.

La persona designada para recibir el dinero llevaría una maleta con ruedas para llevarse las bolsas de billetes.

Un video filtrado esta semana mostró a colaboradores del Senado colocando cuidadosamente fajos de billetes en una maleta con ruedas.

SOBORNOS DE POCA MONTA

Lozoya dijo que los sobornos fueron entregados a los legisladores en bolsas transparentes para que pudieran ver la cantidad de billetes.

Los sobornos a menudo fueron entregados en grandes fajos de billetes de baja denominación, de 200 pesos (unos 15 dólares de entonces).

De acuerdo con Lozoya, un legislador de centroizquierda tenía una exigencia trivial: Quería que su hermano, quien trabajaba para Pemex (que Lozoya dirigía), fuera transferido a las oficinas centrales.

Se hizo, aunque la experiencia del hermano era principalmente en trabajo de campo.

Una periodista supuestamente recibió un bolso de diseñador con un costo de unos 4.000 o 5.000 dólares, pero luego pidió que también le pagaran la matrícula escolar de sus hijos.

Con información de AP y Noticieros Televisa.
RAMG