CRIMEN Y SEGURIDAD

De opulencia a carencia, caída en precio de amapola empobrece a familias en Guerrero

Tras décadas de cultivar amapola para sostener a sus familias, esta actividad ya no les es redituable en municipios como Leonardo Bravo y Tlacotepec

En la sierra de Guerrero, están en crisis. La caída del precio de la amapola los ha dejado en la pobreza, obligando a muchos a emigrar.

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Se acabó la amapola, se acabó todo. Es la peor crisis por la razón de que se acabó la fuentecita que teníamos con la amapola, pues, entramos a otros trabajos más complicados o baratos”, dijo Israel, un examapolero de El Naranjo, Leonardo Bravo.

Hace un año, ya vimos que ya no era negocio. Estamos viviendo en la pobreza”, agregó el examapolero Ángel.

Tras décadas de cultivar amapola para sostener a sus familias, Israel y Ángel, de 63 y 57 años de edad, confirmaron que esta actividad ya no es redituable en municipios como Leonardo Bravo y Tlacotepec, en la sierra guerrerense.

Hace unos seis años, el kilo de goma de opio costaba 24 mil pesos, en el último año el precio se desplomó a mil pesos.

FOTO De opulencia a carencia, caída en precio de amapola empobrece a familias en Guerrero. (Agencia Cuartoscuro)

Ahora, los examapoleros intentan sobrevivir sembrando maíz, frijol o aguacate, que apenas rinde para el autoconsumo, o se dedican a coser balones de futbol, cuyo pago es de 11 pesos por pieza.

La cosa está amolada. Y sí, pues, hay que coser, cosemos balón, pues de eso vemos, pero no es suficiente”, explicó Bertín Maldonado, comisario de El Naranjo.

No se da muy bien el frijol y el maíz, muy poco, aquí estamos viendo en terrenos, que casi no dan, muy estériles”, señaló Ángel.

Otra consecuencia en El Naranjo es la migración rumbo a Estados Unidos u otros estados de México. De 500 habitantes, se esfumaron unas 200 personas, entre ellas familias completas.

Y si sigue así, a lo mejor va a quedar sin nadie aquí, nomás los más viejos que no podamos”, mencionó Israel.

Este fenómeno que pasó de la amapola, en su momento fue dinero, después fue desgracia y ahora es carencia.  Nunca nadie previno que esto se iba a acabar. Ahora están los lloridos”, concluyó Ismael Castulo, presidente municipal de Leonardo Bravo.

Con información de Guillermo Rivera y Adrián Tinoco

KAH