CRIMEN Y SEGURIDAD

Amapola a la baja; fentalino pega a los productores en la sierra de Guerrero

¿Qué se pelea en la sierra de Guerrero? ¿Las rutas para el tráfico de la amapola?

Eso se cree, aunque los campesinos en la zona dicen que es un pleito por migajas porque el precio de la goma de opio se ha desplomado por la competencia del fentanilo.

Octavio tiene 20 años sembrando y produciendo goma de opio en la sierra de Guerrero. Asegura que lo que antes era su fuente de ingreso, hoy ya no les representa ganancia.

“Llegaba el precio hasta 20 mil pesos, cuando ahorita te la pagan a cinco mil pesos el kilo, sacabas dos o tres kilos ya era un dinero. Ahorita ni lo que le invierte uno”, dijo Octavio.

El motivo del cambio de precio fue la aparición de una nueva droga en Estados Unidos: el fentanilo, un opioide sustituto de la heroína.

“Se escucha mentar que hay una droga sintética pues, a nosotros aquí no nos explican, pero es una droga sintética que la está reemplazando, que es igual a lo que se produce aquí pero más potente y más barata”, señaló Octavio.

El domingo 11 de noviembre, dos mil policías comunitarios de varios municipios, encabezados por los de Heliodoro Castillo, irrumpieron violentamente en Filo de Caballos.

Humberto Moreno, de la Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo, aseguró que las casas saqueadas, baleadas y quemadas, pertenecen a personas ligadas a un grupo delictivo.

“Esta era la casa materna-paterna de Don Gordo, de “El Gordo” que le llaman. Aquí estaba otra cama y el cuarto de torturas, comentó Humberto Moreno.

Los comunitarios aseguran que esta incursión obedeció a que el grupo delictivo que operaba en este lugar les impedía el ingreso de mercancías a sus comunidades.

“A través del ahorcamiento que se nos daba en este cuello de botella, Filo de Caballos, de no dejar pasar nuestro medio de transporte, nuestra gasolina, nuestro gas, nuestros víveres”, expuso Humberto Moreno.

La incursión de los comunitarios en Filo de Caballos provocó una crisis humanitaria.

Pobladores de la sierra se desplazaron hasta la cabecera municipal de Leonardo Bravo.

“Empezamos con 600 gentes ahorita tengo a más de dos mil gentes, yo no le veo tanto que sea la amapola, ya es otro interés, es un interés más personal que quieran tener el corredor y el control de la gente”, dijo Ismael Cástulo, presidente municipal de Leonardo Bravo, Guerrero.

Pero en la sierra de Guerrero, los productores de amapola sostienen que los comunitarios entraron a Filo de Caballos para controlar el corredor de droga, a pesar de que su precio se desplomó.

“Dirán que, aunque poquito pues ahí también van agarrando. Son migajas lo que están peleando, porque esto ya no es negocio”, comentó Octavio, productor de amapola en la sierra de Guerrero.

Con información de Marco Tinoco y Raymundo Pérez Arellano.

LLH