En Campeche el Hanal Pixán o comida de las ánimas es una tradición con raíces mayas que todavía se practica para honrar a los muertos.
“Los altares son un factor de identidad fundamental, tienen un significado, son emblemáticos, tienen un sentido, una razón de ser y eso es lo que queremos que los jóvenes conozcan y reconozcan para que nos ayuden a fortalecer todas estas expresiones de identidad cultural”, enfatizó Delio Carrillo, secretario de Cultura en Campeche.
La calle 59 del centro histórico de la ciudad de Campeche se convirtió en una muestra conformada por casi 200 altares mayas que atrajo a más de 30 mil visitantes.
Comidas y bebidas preferidas en vida por los difuntos son colocadas en altares adornados con flores y fotografías de los familiares muertos.
“El altar de muertos es una cena con la misma alma, empieza con un camino de cempasúchil rodeada de velas para dejar que el alma pase a través de ellas como iluminando su camino”, explicó el expositor Rodrigo Lara.
Según las creencias mayas, los altares están divididos en 3 pisos.
“Uno es el inframundo, otro la tierra y uno más es el cielo. Como ven representamos el cenote, que el cenote presenta la entrada al inframundo y el altar en la época prehispánica se ponía en la entrada del cenote para representar la entrada al inframundo”, enfatizó el expositor Jorge Góngora Novelo.
Cantos y rezos complementan el “Hanal Pixán”.
Para los mayas la muerte es tan solo el paso a una nueva vida y el Hanal Pixán o comida de las ánimas es una celebración en homenaje a los difuntos.
Al final, las comidas, bebidas y dulces típicos de la región que se colocan en los altares, son disfrutadas por familiares y amigos.
Con información de Gerardo Sánchez
KAH
