Las ráfagas de viento de los últimos días han provocado el levantamiento de partículas y bacterias que dañan las vías respiratorias, especialmente cuando el aire esta frío.
Para la Secretaría de Salud Federal, el mismo aire que limpia la contaminación de la atmósfera afecta la salud porque remueve partículas de polvo, polen, cemento, arena y heces fecales que pueden provocar síntomas como irritación de ojos, resequedad en la garganta, picazón en los ojos y en la nariz.
El aire también transporta virus o bacterias y si además el aire es frío, disminuye las defensas.
Irrita la vía aérea y esto hace que muchas de las defensas locales del aparato respiratorio no actúen de manera oportuna y se pueda injertar alguna infección ya sea bacteriana o viral, pero esto es producto de toda esta suma de cosas tanto las partículas suspendidas de cualquier tipo, más aparte el aire frío”, apuntó Francisco Pascual Navarro Reynoso, director de la Coordinación de Hospitales de Referencia de la Secretaría de Salud Federal.
Recomendó evitar respirar directamente el aire frío y usar una bufanda o un pañuelo.
Beatriz Cárdenas González, directora de Gestión de Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente de la CDMX, agregó que este tipo de condiciones es estacional donde también se espera que incremente el ozono.
“Todo lo que está depositado en el suelo, con unos vientos altos, lo que hace es que resuspendemos y entonces tenemos un aumento dentro de la concentración de partículas que es otro contaminante diferente a lo son ozono. En esta época lo que tenemos es que estas condiciones que lo que van a hacer es favorecer altas concentraciones de ozono”, indicó Beatriz Cárdenas González.
Recomendó estar atentos a los niveles de contaminación de ozono a través de la página www.aire.cdmx.gob.mx o bajar la aplicación de ‘aire CDMX’ ya que de febrero a junio se presentan las concentraciones más altas de contaminación.
Con información de Adriana Valasis.
LLH
