CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Albergues, cobijo para los damnificados del sismo en la CDMX

El sismo del martes arrebató decenas de vidas y dejó sin hogar a personas.

Los albergues instalados en la delegación Cuauhtémoc han servido de cobijo para las familias damnificadas.

Blanca, damnificada por el sismo en la Ciudad de México, dijo: “Vimos a la gente enloquecer en las calles, porque se derrumbaron edificios y se veían escombros, una de las más duras experiencias para el país”.

El sismo de magnitud 7.1 dejó sin hogar a muchas familias.

Algunos han encontrado cobijo en los albergues de la delegación Cuauhtémoc, una de las zonas más afectadas.

María Jesús Pérez, esposa de Ricardo Monreal, delegado de Cuauhtémoc, comentó: “Tenemos una capacidad de recibir no sé a dos mil, tres mil personas en espacios cerrados, claro que tenemos canchas de fútbol que tienen nuestros deportivos, que además podemos implementar con casas de campaña”.

El martes por la noche muchos comenzaron a llegar a los distintos refugios.

Giovanni de Luna, director de Junior Club, señaló: “Tenemos colchones, cobijas, alimento, agua, medicamentos, médicos, estamos listos para ayudar a toda la población que lo requiera”.

Para muchos, el infortunio fue total. La señora Adelina no se encontraba en su departamento de la calle de Chiapas número 140, en la colonia Roma, cuando sucedió el sismo.

Pero al llegar a él encontró el edificio inhabitable.

“Nos quedamos en la calle nos quedamos sin nada, lo poco que pudimos rescatar según mi nieto fue nuestra ropa, fue todo. Estoy muy preocupada, no tenemos a donde ir, no tenemos donde vivir”, dijo la señora Adelina.

Pero el sismo no solo destruyó viviendas, también arrebató familiares. Como el caso de Luis Enrique Fernández quien vivía con su madre, Graciela Ortiz, de 68 años, en un edificio que se derrumbó.

A pesar de que en el edificio ya finalizaron las labores de rescate, Graciela aún no aparece.

“El día de ayer, salí a trabajar en la mañana, dejé a mi madre ahí en el inmueble que se ubica ahí en Lerdo 72, fue el que se cayó y pues desafortunadamente al llegar en la tarde ya no la encontré, se realizaron las labores de rescate, de retiro de escombros y además pero no ha podido ser posible ubicarla”, destacó Luis Enrique Fernández.

En los albergues se ha otorgado también atención psicológica a los damnificados.

La doctora Sandín, explicó: “Los pacientes con los que hemos tenido contacto si están muy impresionados, si ha sido muy traumático para ellos porque la zona se vio muy afectada. Muchos de ellos hicieron recorridos o excursiones buscando qué hacer, entonces si tienen cierto grado de afectación”.

Voluntarios de todas las edades, principalmente jóvenes, no dejan de llegar a los albergues, ya sea para llevar víveres, revisar a los afectados en caso de ser médicos o simplemente brindar apoyo a las personas que están pasando por momentos difíciles.

En las calles también se encuentran estudiantes de ingeniería evaluando los daños de los edificios.

Una muestra más de que México unido y solidario siempre será un México fuerte.

Con información de Fernanda Santos

LSH