Camila, tiene 12 años y vive en Torreón, Coahuila, cuando se habilitó el sitio de vacunación inscribió a sus abuelos originarios del ejido Albia, una comunidad con alta marginación a 13 kilómetros de la zona urbana, fue entonces que se le ocurrió registrar también a todos los adultos mayores de esa comunidad.
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“No tienen recursos, en que trasladarse, no tienen dinero, tampoco tienen quien los registre y pues ahí se me ocurrió”, indicó Camila Ortiz Ramírez.
Camila hizo anuncios a través de las redes sociales y con el perifoneo de la comunidad. En su computadora logró registrar a más de 80 adultos mayores.
“Ella les imprimió todos los folios a cada una de las personas, y la verdad es que la gente iba con una esperanza” señaló Brenda Ramírez, mamá de Camila
Una vez con los registros, Camila consiguió que tres voluntarios pagaran un autobús y una camioneta en los que trasladaron a los adultos mayores desde el ejido hasta el módulo de vacunación del Coliseo Centenario de Torreón, también contactó por redes sociales a la delegada de la Secretaría del Bienestar en la región para que se comprometiera a recibirlos y vacunarlos, su trabajo dio resultados.
“Gracias también a Camila que es la que organizó todo esto a la gente que no Podemos, que no podemos venir por nuestro propio pie”, dijo Ofelia Torres, beneficiada.
Camila, quien dice que le gustaría ser doctora, ahora dedica sus tardes a registrar al resto de los adultos mayores de esa comunidad, quiere replicar la acción en otros ejidos.
Con información de Abraham Mendoza
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