ECOLOGíA

Adopta una planta en peligro de extinción en la UNAM

En el Jardín Botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México se encuentran resguardadas más de 300 de las 945 especies de plantas mexicanas consideradas con algún nivel de riesgo de extinción.

La institución creó un programa para garantizar su protección y reproducción, que consiste en adoptar una planta en peligro de extinción de manera legal, mediante un certificado de adopción.

Linda Balcázar, coordinadora ejecutiva del Centro de Adopción de Plantas Mexicanas en Peligro de Extinción, explicó que el certificado de adopción acredita que la planta fue propagada legalmente.

Uno de los problemas es que estas especies que son tan raras que la gente las extrae del medio ambiente para comercio ilegal; el tráfico de plantas es una realidad y provoca que muchas especies se encuentren en peligro de extinción”, agregó la especialista.

Las personas que adoptan una planta deben considerar que algunas tienen una vida de casi 100 años, por lo que su cuidado deberá heredarse a la siguiente generación.

Varias especies de cactáceas se pueden adoptar en el Jardín Botánico de la UNAM (fundacionunam.org.mx)

Es el caso de la cactácea Astrophytum ornatum. Es de origen mexicano y se encuentra en Hidalgo, Querétaro y Guanajuato; tiene una longevidad estimada de 80 años.

Pedro González, fanático de las cactáceas, adoptó un ejemplar, que cuidará en la zona del Ajusco; dice que es fanático de las cactáceas.

Isabel de los Cobos ya tiene experiencia en el cuidado de estas especies.

Isabel de los Cobos explicó que las especies se deben regar cada 15 días, mantenerse en bajo la luz solar y aplicarle fertilizante; dijo que en su departamento cuenta con suficiente espacio para tener una gran cantidad de cactus.

Linda Balcázar indicó que tienen casi 18 mil plantas adoptadas y cerca de 15 mil padres que han adoptado en todo el país, ‘padres muy comprometidos con la conservación de la diversidad vegetal’.

Adoptar crea el compromiso de cuidarlas e informar al Jardín Botánico sobre su estado, para garantizar su supervivencia.

Linda Balcázar dijo que si pasara alguna cosa catastrófica realmente en alguna zona donde vive alguna especie en particular, los padres adoptivos podrían ser salvadores de esa especie, porque ellos las mantienen bajo custodia y en algún momento podrían regresarla al jardín, donar semillas o propágulos para que se pudieran reproducir y reintroducirlas a su hábitat, por eso el papel de los padres es tan importante.

Para completar el trámite se debe pagar una cuota única de recuperación, de entre 50 y 150 pesos.

Con información de Cinthya Marín
BLR

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