ESTADOS UNIDOS

Ley Dream Act, antecesora del DACA, fue impulsada por activista mexicana

Julieta Garibay forma parte de los 1.7 millones de hijos de padres indocumentados que nacieron en Estados Unidos, a quienes estaba dirigido el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia conocida como DACA, promulgada por el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, en junio de 2012.

Como indocumentada, Julieta, integrante del movimiento United We Dream, se arriesgó y volvió a México con su hermana para estudiar, pero no fue fácil.

No podíamos tener una universidad, no había ninguna ley que nos dejara ir.  Me llegaron invitaciones de Yale, querían reclutarme de que fuera a la universidad, pero yo ni siquiera contesté y dije: ¿Para qué? Yo sé que no tengo papeles”, comentó Julieta.

Sus compañeros le decían que no hablaba bien el español, “no eres ni de aquí ni de allá y traté de hacerlo por todo un año y no, no me hallé”.

En septiembre de 2000, Julieta volvió a Estados Unidos.

Yo iba rezando a la virgen diciendo hazme invisible porque si me agarran aquí ya nunca voy a poder regresar a Estados Unidos”, relató.

Desde entonces, a través del activismo, Julieta impulsó el reconocimiento legal para los jóvenes indocumentados.

En 2010, parecía que ella y los dreamers habían tenido una victoria en el Congreso, pero los senadores votaron en contra de la Ley Dream Act, que buscaba darles estatus legal.

El caso de Julieta fue ejemplo en el Congreso para impulsar la aprobación, en 2011.

Fue hasta 2012 que los dreamers quedaron protegidos por el DACA; para lograrlo, debían estar en Estados Unidos antes del 15 de junio de 2007, tener 31 años de edad o menos para el 15 de junio de 2012 y estar en la escuela o graduados de secundaria.

Los dreamers obtendrían no ser deportados, permisos de trabajo renovables cada dos años y otros beneficios como salir del país y volver.

En 2014, Julieta obtuvo la residencia gracias a una ley para víctimas de violencia intrafamiliar, pero nunca dejó de hacer activismo, hoy recibió el golpe más duro.

Esta lucha la siento en mi corazón, la siento en mi ser y por eso sigo envuelta, por eso sigo en esto y creo que voy a seguir hasta que se vea algo duradero algo permanente para nuestros padres y madres, para los indocumentados”, aseguró Julieta.

 

Con información de Joaquín Fuentes.

 

RMT