Las acciones europeas cayeron el viernes a razón de las preocupaciones por el comercio global y una desaceleración económica de la región. Los inversionistas se encontraron a la expectativa de una reunión del Banco Central Europeo (BCE), en la que se podrían adelantar planes de descontinuar su amplio programa de estímulos.
El índice STOXX 600 cerró con una caída del 0.2 por ciento, mientras que el índice alemán DAX, de la Bolsa de Frankfurt, bajó un 0.4 por ciento tras pérdidas registradas en varios sectores y un informe que mostró que la mayor economía de Europa, Alemania, arrancó el segundo trimestre tibiamente.
Analistas expresaron su sorpresa por la desaceleración de la economía europea, además de compartir previsiones no muy alentadoras para las acciones si el BCE toma la decisión de finalizar su programa de compra de bonos.
Parece que la desaceleración en Europa es algo más serio de lo que se pensaba”, dijo Giuseppe Sersale, gerente de cartera de una firma de administración de capitales privados.
Además, los comentarios en tono hostil del presidente estadounidense Donald Trump contra Canadá y la Unión Europea antes de la cumbre del G7, ejercieron presión sobre el mercado.
Las acciones de la Bolsa de Paris, englobadas principalmente en el índice CAC-40, subieron hoy en un 0.03 por ciento al cierre de la sesión y se situaron en 5,450.22 puntos.
La Bolsa de Madrid, por su parte, bajó en 0.84 por ciento arrastrada por las caídas de la banca, telecomunicaciones y las principales plazas europeas, en una sesión marcada por la situación política en Italia y las expectativas por el diálogo en la cumbre del G7 en torno las políticas arancelarias.
En Londres, el FTSE-100 cerró hoy con una caída del 0.30 por ciento, cayendo 23.33 puntos hasta los 7,681.07 enteros.
La Bolsa de Milán resintió a su vez el nerviosismo por los planes de gasto del nuevo Gobierno Italiano. El índice FTSE MIB cayó en 1.9 por ciento, debido en su mayoría a la presión ejercida sobre los bonos soberanos locales y el gobernador del Banco de Italia, quien advirtió que el país corre el riesgo de “caer de un precipicio”.
La turbulencia italiana es un problema, pero el BCE parece estar ignorándola y deseando seguir adelante con la normalización de su política monetaria (…) Es un poco riesgoso”, señaló Sersale.
Con información de EFE y Reuters
ASA
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