CRIMEN Y SEGURIDAD

Crisis por abusos sexuales es como 9/11 en Iglesia, dice secretario de Benedicto XVI

El secretario privado del papa emérito Benedicto XVI, Georg Gaenswein, aseguró este martes que la crisis por los abusos sexuales que azota ahora el pontificado de Francisco es como el 9/11 de la Iglesia católica.

En la presentación del libro “The Benedict option”, del periodista estadounidense Rod Dreher, en la sede de la Cámara de Diputados de Italia, el también prefecto de la Casa Pontifica recordó que ya Joseph Ratzinger había manifestado en 2008 a los obispos estadunidenses su “profunda vergüenza.

A la luz del torbellino de noticias de las últimas semanas (después de la publicación del informe del Gran Jurado de Pensilvania), en este encuentro no podía no vislumbrar un verdadero acto de la divina providencia: hoy, efectivamente, también la Iglesia católica ve llena de desconcierto su propio 9/11”, dijo.

Recordó así aquella “tragedia apocalíptica que, en el otoño de 2001, perpetrada por terroristas de Al-Qaeda que atacaron con aviones de pasajeros las emblemáticas ciudades estadunidenses de Nueva York y Washington.

Les ruego que no me malinterpreten. No pretendo comparar ni a las víctimas ni los números de los abusos en el ámbito de la Iglesia católica con las dos mil 996 personas inocentes que el 11 de septiembre perdieron la vida tras los atentados terroristas en el World Trade Center y en el Pentágono”, aclaró.

Aceptó que, hasta ahora, nadie ha atacado a la Iglesia con aviones y la basílica de San Pedro del Vaticano sigue en pie.

Empero, precisó que las noticias de las últimas semanas procedentes de Estados Unidos, en las cuales ha quedado claro “cuántas almas han sido heridas irremediable y mortalmente por sacerdotes de la Iglesia católica”, transmiten un mensaje “mucho más terrible que cualquier noticia del derrumbe de alguna catedral”.

Evocó el discurso dado por Benedicto XVI en el santuario nacional de Washington, el 16 de abril de 2008, en el cual intentó sacudir a los obispos estadunidenses al hablar del “enorme dolor sufrido por las comunidades católicas por causa de los hombres de la Iglesia que traicionaron sus obligaciones sacerdotales”.

Constató que las consecuencias de ese “comportamiento gravemente inmoral” y, sobre todo, el mensaje de Joseph Ratzinger, “fueron en vano, como se puede ver hoy”.

Ponderó que aquella queja del papa no logró contener el mal, como tampoco lo lograron los compromisos formales y de palabra “de una gran parte de la jerarquía”.

En las últimas semanas, Francisco afronta la peor crisis de su pontificado por la publicación de un informe de un Gran Jurado que sacó a la luz más de mil testimonios de abusos cometidos por unos 300 sacerdotes de seis diócesis de Pensilvania a lo largo de 70 años.

Además, el pontífice le quitó la condición de cardenal al exarzobispo de Washington, Theodore McCarrick, acusado de abusos contra menores y ahora es señalado él mismo, el Papa, por supuestamente haber encubierto sus comportamientos desde 2013 hasta 2018.

Con información de Notimex

AAE