CRIMEN Y SEGURIDAD

Abusos en escuelas católicas británicas fueron ocultados por monjes

Una investigación concluyó este jueves que los abusos sexuales en dos conocidas escuelas católicas en Gran Bretaña fueron mucho mayores que lo que reflejan las cifras de condenas judiciales y que los monjes ocultaron las denuncias para proteger la reputación de la Iglesia.

La llamada Investigación Independiente de los Abusos Sexuales contra Menores emitió un informe lapidario según el cual los monjes de las escuelas Ampleforth en North Yorkshire y Downside en Somerset ocultaron las denuncias de “abusos sexuales espantosos” cometidos contra los alumnos, algunos de los cuales tenían apenas siete años. Diez personas vinculadas con las escuelas fueron amonestadas o condenadas por cargos de actividad sexual o pornografía en los que fueron afectados “un gran número de niños”.

Sin embargo, la verdadera magnitud de los abusos probablemente es mucho mayor”, dijo la profesora Alexis Jay, quien presidió la investigación.

Ampleforth aceptó su responsabilidad y agradeció a Jay por su tarea.

“Reiteramos nuestras sentidas disculpas a quienes hayan sufrido abusos estando al cuidado de nuestras escuelas, parroquias u otras obras”, dijo la escuela en un comunicado.

La escuela Downside no hizo declaraciones por el momento.

Las escuelas, vinculadas con la Congregación Benedictina Inglesa, eran dirigidas en ocasiones por funcionarios “furtivos, evasivos o sospechosos” que no denunciaban los abusos, dijo Jay. En lugar de informar a las autoridades, la jerarquía enviaba a los presuntos abusadores a las abadías o a lugares donde la conducta depredadora no siempre salía a la luz y en consecuencia más niños sufrían abusos, dice el informe.

“Durante décadas, Ampleforth y Downside trataron de evitar brindar información a la Policía y los servicios sociales sobre abuso sexual de menores”, dijo Jay.

En cambio, los monjes de ambas instituciones solían ser furtivos, evasivos o suspicaces de cualquier persona fuera de la Congregación Benedictina Inglesa. La protección de los niños era menos importante que la reputación de la Iglesia y el bienestar de los monjes abusivos”.

Aunque las denuncias se remontan a la década de 1960, incidentes recientes hacen dudar que la jerarquía eclesiástica se sintiera obligada a informar a la Policía y los servicios sociales. El informe se basa en pruebas recibidas por los investigadores el año pasado.

La investigación comenzó tras la muerte en 2011 del animador Jimmy Saville, después de la cual decenas de personas dijeron que había abusado de ellas. Revelaciones posteriores han implicado a personalidades del espectáculo, la Iglesia y la política.

La Iglesia es una de 13 instituciones bajo investigación por defectos en la protección de los niños.

Con información de AP

AAE