La mañana del 11 de septiembre del 2001, el entonces presidente George Bush, estaba a mil 600 kilómetros de distancia de la ciudad de Nueva York.
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Esa mañana, el presidente George W. Bush estaba de visita en escuela primaria Emma E. Boker, en Sarasota, Florida.
A su llegada le comunicaron que una avioneta había impactado accidentalmente contra una de las Torres Gemelas del World Trade Center.
Momentos después, supo por el jefe de gabinete de la Casa Blanca Andy Card, del ataque con un segundo avión y que Estados Unidos enfrentaba el peor ataque terrorista de su historia. Así se lo comunicó Card
“Vino y le susurró al oído y supe que algo tenía que haber pasado, porque así no se suponía que iba a ser. Y yo tenía a 16 chiquitos sentados en frente, los medios en la parte de atrás del salón, y tuve que seguir adelante”, dijo Kay Daniels, maestra de la Primaria Emma E. Booker.
Bush decidió permitir que terminara la clase del segundo grado, antes de dirigirse a un salón contiguo para hacer frente a la crisis. FOTO George W Bush Library
Bush decidió permitir que terminara la clase del segundo grado, antes de dirigirse a un salón contiguo para hacer frente a la crisis. Ahí se comunicó vía telefónica con su asesora de Seguridad Nacional, Condolezza Rice.
Momentos después, desde la biblioteca de la escuela el mandatario dirigió su primer mensaje a los estadounidenses, tras los ataques.
“Damas y caballeros este es un momento muy difícil para la Unión Americana. Desgraciadamente, volveré a Washington después de decirles esto. El Secretario Rod Page y el vicegobernador tomarán la palabra para hablar de educación. Quiero darle las gracias a la Escuela Primaria Booker por su hospitalidad. Hoy sufrimos una tragedia nacional. Dos aviones se estrellaron en el World Trade Center, en lo que parece haber sido un ataque terrorista contra nuestra nación”, dijo George W. Bush, presidente de Estados Unidos.
Bush advirtió que se buscaría a los responsables.
“Ya me comuniqué con el vicepresidente, con el gobernador de Nueva York, con el director del FBI y ya giré instrucciones para que se haga uso de todos los recursos del gobierno federal para ayudar a las víctimas y a sus familias y para que se lleve a cabo una investigación a fondo para perseguir y encontrar a quienes cometieron este acto. El terrorismo contra nuestra nación no saldrá impune”, señaló Bush.
Después, ante la incertidumbre y el riesgo de que el mandatario fuera otro objetivo de los atentados, el Servicio Secreto lo trasladó al avión presidencial.
Con información de Juan José Alvarado
KAH
