DEBATES Y ENTREVISTAS

100 días del gobierno de Trump, un análisis en Despierta con Loret

Donald Trump ha sido un presidente estridente y grosero que ha logrado algunas de las cosas que le prometió a su base de electores, de acuerdo con el internacionalista Rafael Fernández de Castro.

En la mesa de Despierta con Loret, el especialista recordó que entre los logros de Trump se encuentran el nombramiento de Neil Gorsuch como juez en la Suprema Corte de Justicia, con lo cual “cambió las fuerzas en el máximo tribunal estadounidense”. También “se deshizo del TPP, con lo que abona al nacionalismo; quita las regulaciones ambientales de Obama y le da en la torre a la agenda de protección ambiental y toda la lucha contra el cambio climático se va a la basura”.

Para el internacionalista Javier Tello, Donald Trump es un presidente “bizarro”. Reconoció que hay logros y fracasos, pero, sugirió que “hay que tratar de medirlo de otra manera, no viendo qué logró o no, sino poniendo su curva de aprendizaje, que para todos los presidentes es importante, seas quien seas, porque no estás preparado para esta chamba, pero en este caso es preocupante que no solamente no se ve ese aprendizaje, sino que obviamente no quiere aprender”.

Gabriel Guerra Castellanos, en cambio, cuestionó que el nombramiento de Gorsuch sea un logro de Trump, “porque los legisladores bloquearon la nominación a la que tenía derecho Obama”. Considera que, con la llegada de Trump a la Casa Blanca “todos nosotros nos asombramos y hasta nos regodeamos de sus desaciertos, que hacen que Ronald Reagan parezca un estadista, en comparación, y George Bush, un filósofo. El problema es que 40% de la población cree que lo está haciendo bien, y eso le alcanza para gobernar razonablemente e intimidar a sus adversarios”.

En este escenario, sin embargo, “afortunadamente no utiliza el aparato de gobierno. El Departamento de Estado está solito, no hay un subsecretario y se necesitan siete; no pasa nada, no aprovecha el aparato para gobernar, y es un peleonero”, dijo Rafael Fernández de Castro, quien recordó que “en la Casa Blanca hay una división, al principio ganaba el nacionalismo de Stephen Bannon y ahora ganan su hija y su yerno, pero así es como le gusta, porque a él le gusta la incertidumbre; su gran defensa es el ataque, es lo que hace, así se siente cómodo. Es un inmaduro”.

Su forma de ser ha sido la respuesta para “mucha gente que quería una sacudida del sistema y lo está haciendo a su manera, aunque sea la menos constructiva, pero mucha gente está contenta”, consideró Javier Tello, quien, además, dijo que “preocupa un presidente incompetente”, aunque la aplicación de ese término tenga aristas, porque “si tu objetivo es construir un muro y no lo logras, qué bueno que seas incompetente, pero si te sale mal la relación con Corea del Norte, pues qué mal que seas incompetente”.

Gabriel Guerra atajó que “no se puede ser inmaduro a los 70 años; puedes ser cualquier cosa, pero no inmaduro”. Consideró que “no estamos entendiendo lo exitoso que es Trump en un sector de la población”, porque ha permitido que se abra un discurso de odio que estaba oculto “entre los estadounidenses que apoyan a Trump y ahora salen los mexicanos a decir que desprecian a los gringos y, en Europa, 31% de la población votará por un partido fascista en Francia; en Alemania surge el neonazismo maquillado; 51% de los ingleses votaron por el Brexit. Y la población que apoya a Trump quiere un discurso vacío y actos de fuerza, aunque no sirvan de nada”.

Finalmente, los tres analistas reconocen que el gobierno mexicano ha actuado razonablemente bien ante el gobierno estadounidense, aunque con matices.

Para Gabriel Guerra Castellanos, el inicio de la relación binacional con Donald Trump al frente de la Casa Blanca fue incierto, pero ha ido mejorando.

Según Rafael Fernández de Castro, el mercado y el precio del dólar han sido un buen indicador, además de que la relación con el gobierno estadounidense “le ha dado rumbo” al gobierno mexicano en política exterior”. Consideró que la Cancillería tiene un buen equipo, con el embajador y el subsecretario, que el secretario Luis Videgaray ha sabido aprovechar.

Javier Tello reconoció que hay mejoría en la actuación del gobierno mexicano, pero rechazó que el dólar sea un buen indicador, “porque habla de un tema que me importa menos, a mí me preocupa el tema de las deportaciones, porque el dólar no se mueve con las deportaciones y allí es donde más daño puede hacer Trump; me preocupa el excesivo énfasis sobre lo económico y lo comercial y mucho menos sobre el tema de las deportaciones”.

Gabriel Guerra Castellanos coincidió en que el dólar no es el mejor indicador, porque “hay mucha gente que gana o pierde con los movimientos del tipo de cambio, me preocupa mucho más que la economía mexicana pueda o no adaptarse. Si no aprendieron la lección de no poner todos los huevos en la canasta del TLC, estamos en graves problemas”. Reconoció, sin embargo, “que hay una triada que ha sabido manejar muy bien la situación”, con José Antonio Meade en Hacienda, Ildefonso Guajardo en Economía y Luis Videgaray en la Cancillería.

Finalmente, Rafael Fernández de Castro manifestó su preocupación porque “Estados Unidos está debilitado y los rusos y los chinos están felices porque su enemigo está mal y quién sabe a dónde va a dar Estados Unidos”.