CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 23, 2016.- Mario Villanueva Madrid, ex gobernador de Quintana Roo, preso en Estados Unidos, está a punto de ser liberado de la cárcel, pero será repatriado a México, donde todavía tendrá que cumplir su condena por narcotráfico y blanqueo de dinero. Sin embargo, su familia buscará que el ex funcionario cumpla su condena en prisión domiciliaria.
“Debe salir este día y será trasladado ante las autoridades migratorias, que harán los trámites para trasladarlo a México”, dijo su hijo Carlos Mario Villanueva, actual diputado en Quintana Roo en entrevista con Carlos Loret de Mola en Despierta.
Su traslado no será inmediato porque “el trámite dura entre una y tres semanas para que se pueda repatriar. Nos tienen que avisar las autoridades mexicanas cuando él llegue”, añadió el legislador.
Villanueva Tenorio afirmó que la familia buscará que el ex gobernador compurgue su pena en prisión domiciliaria, por el deterioro de salud de Mario Villanueva Madrid. “Mi padre padece EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que ha degradado su capacidad pulmonar”, afirmó.
El congresista explicó que su padre padecía asma, pero la enfermedad se complicó durante su estancia en el penal de Almoloya.
La familia, dijo, reconoce que no hay un caso en el que una persona pueda regresar a su casa directamente.
Consideró que puede regresar al Reclusorio Norte, “porque de allí salió a cumplir su sentencia a Estados Unidos”.
Villanueva es el más alto funcionario mexicano juzgado en Estados Unidos. En 2001, fue acusado de facilitar el tráfico de droga entre Colombia y EU durante su administración (1994-1999), así como de recibir miles de dólares por cada cargamento que dejaba pasar al cártel de Juárez.
Fue arrestado en un retén en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, donde había sido alcalde de 1990 a 1993.
Tras su detención fue enviado al penal de alta seguridad del Altiplano, en el Estado de México, donde estuvo hasta el 21 de junio de 2007, cuando el juez lo absolvió de la mayoría de los delitos, excepto de lavado de dinero, por el que le impuso los seis años de prisión como sentencia.
Al salir de prisión, fue detenido nuevamente y enviado al Reclusorio Norte, en la Ciudad de México, para seguir el proceso de extradición a Estados Unidos, promovido por la PGR.
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