El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es un virus que ataca directamente al sistema inmunitario del cuerpo. Cuando no se trata a tiempo y de la manera adecuada, puede llegar a causar SIDA (síndrome de la inmunodeficiencia adquirida).
Actualmente no hay una cura para el VIH, por ello, una vez que se ha contraído se tiene de por vida, sin embargo, con el tratamiento oportuno y temprano, se puede controlar, brindando así una vida larga y saludable protegiéndose a sí mismo y a las parejas.
¿Cómo saber si se contrajo VIH?
Una vez que se inicia la vida sexual es indispensable llevar a cabo chequeos médicos y análisis de sangre cada seis meses. Mediante la prueba de detección de VIH se puede determinar dicho diagnóstico.
¿Cuáles son los síntomas del VIH?
Varían dependiendo de cada persona, pero comúnmente se encuentra la fiebre, escalofríos, sarpullido, sudor nocturno, dolor en la garganta, dolor muscular y úlceras en la boca.
Cuando una persona contagiada por VIH no recibe el tratamiento oportuno, se desencadenan las fases, en las cuales el cuerpo comienza a deteriorarse. Son tres y se dividen en: Infección aguda por VIH (cargas muy contagiosas y síntomas similares a la influenza). Infección crónica por VIH (virus sigue activo, pero en niveles muy bajos). Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (etapa más grave y en la que comienzan las “infecciones oportunistas”).
Si presentas algún síntoma recurre a un médico especialista, quien te pedirá ciertos análisis para comprobar el diagnóstico y comenzará el tratamiento adecuado.
