Para poder entrar a los Estados Unidos, ciudadanos extranjeros regularmente necesitan de una visa y pasaporte, por lo que a continuación te decimos cuál es la vigencia de estos documentos para personas procedentes de México.
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El gobierno estadounidense emite diferentes tipos de visas, por lo que a continuación nos centraremos en la llamada “visa de turista”, la cual permite ir de vacaciones, hacer negocios o incluso buscar tratamiento médico.
La visas de visitante son catalogadas como “visas de no inmigrante”, y están dirigidas para personas que desean entrar a los Estados Unidos de manera temporal, ya se por negocios (categoría de visa B-1), por turismo (categoría de visa B-2) o por una combinación de ambos propósitos.
La vigencia de la visa de turista puede ser de hasta 10 años, pero esto será determinado por un funcionario consular después de que se realice la respectiva entrevista a los solicitantes.
Vigencia vs. tiempo de estancia
Como bien se dijo, la vigencia de la visa de turista puede llegar a ser de 10 años, pero esto no quiere decir que la personas pueden permanecer todo ese tiempo de forma ininterrumpida en suelo estadounidense. De hecho, señalan las autoridades, una visa no garantiza la entrada a los Estados Unidos.
Cada vez que una persona ingrese a los Estados Unidos, el oficial de inmigración de las Dirección de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) determinará el tiempo de estadía permitido para esa ocasión.
En caso de que se permita el ingreso a Estados Unidos, el funcionario de la CBP proporcionará un sello de admisión o un formulario I-94 en el que se establezca el registro de llegada y salida.
Pasaporte
El pasaporte es el documento de viaje que se expide a los ciudadanos procedentes de México para acreditar su nacionalidad e identidad y solicitar ayuda y protección en otros países, como Estados Unidos.
De acuerdo con información de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la vigencia de un pasaporte mexicano puede ser de uno, tres, seis o diez años (solo para mayores de 18 años) y dependerá del costo que esté dispuesto a pagar el solicitante.
