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CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Video: Peces vivos salen del mar en playas de Acapulco

Un insólito video muestra como cientos de peces llegaron vivos a las playas de Acapulco.

Un insólito video que ha dado mucho de qué hablar en redes sociales muestra cómo las playas de Acapulco se llenan de peces vivos. Inesperadamente, el pasado lunes 20 de abril, cientos de peces quedaron varados en las playas de Pie de la Cuesta en Acapulco, Guerrero.

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En el video, se puede observar cómo los pescadores, felices, corren a recolectar los peces que el mar está depositando en la playa. Algunos de ellos toman los peces con las manos, otros más llenan cubetas con peces vivos y se puede observar cómo otros traen cañas de pescar para atrapar algunos especímenes que quedaron en partes más hondas de la playa.

Según el director de la Promotora y Administradora de Playas en Acapulco, Sabas Arturo de la Rosa Camacho, el insólito suceso no tiene nada que ver con la ausencia de turistas en las playas de Acapulco por la cuarentena impuesta por el nuevo coronavirus. Es cierto que, desde hace más de un mes, las playas del puerto guerrerense están cerradas al público y que el turismo se ha frenado casi en su totalidad. Sin embargo, este fenómeno puede estar relacionado a algo más circunstancial.

Al parecer, tampoco se debió a una falta de oxígeno en el agua, sino que, simplemente, un cardumen de jureles quedó varado mientras perseguía a otro cardumen de sardinas para alimentarse. Al acercarse demasiado a la orilla, ambos cardúmenes quedaron atrapados por la arena y el resultado fue esta marea de cientos de pequeñas sardinas y grandes jureles vivos en la playa de Pie de la Cuesta.

El jurel es un pez graso y muy nutritivo que, por su considerable tamaño, puede cocinarse con facilidad y alimentar a varias personas. Es por eso que este acontecimiento fue recibido como un milagro por los habitantes de Pie de la Cuesta.

Muchas personas en esta localidad viven al día del turismo que llega constantemente a estas playas, famosas por sus hermosos atardeceres y sus pescados a la talla. Sin embargo, por las contingencias sanitarias por el nuevo coronavirus que fueron impuestas en todo México, muchos comerciantes informales de Acapulco se han quedado sin recursos estables. En medio de esta terrible crisis, el cardumen de jurel y sardinas que quedó varado es prodigioso y, seguramente, servirá para que muchas familias se alimenten en los siguientes días.

A pesar de que este fenómeno fue solamente una alegre coincidencia, muchos otros fenómenos naturales en Acapulco han mostrado cómo la pandemia por el nuevo coronavirus y la cuarentena subsiguiente han cambiado el paisaje natural. Hace unas semanas se pudo observar y documentar bioluminiscencias en las costas del famoso puerto guerrerense; un fenómeno que no se veía desde hace años.

De la misma manera, surgieron videos que muestra cómo una ballena, alentada por la falta de barcos, yates, lanchas y humanos en general, se baña alegremente en la bahía de Acapulco.

Ojalá que la actividad económica pueda restablecerse prontamente en el viejo puerto de Acapulco y que, cuando lo haga, no se pierda este sorprendente equilibrio que se ha instaurado con un mundo natural que pedía, a gritos, una pausa en la explotación desmesurada.