El Observatorio Europeo Austral publicó un video que muestra cómo un agujero negro succiona una estrella que se ha acercado demasiado, en un fenómeno conocido comúnmente como “espaguetización”.
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La animación se realizó para representar un estudio recién publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. El estudio explica cómo los agujeros negros, cuando absorben una estrella que ha cruzado su horizonte de sucesos, lanzan materia hacia el espacio.
“Esta animación muestra una estrella que experimenta ‘espaguetización’ mientras es succionada por un agujero negro supermasivo durante un evento disruptivo de marea”, explicó la institución astronómica en su cuenta de YouTube.
Como han aclarado los científicos involucrados en este nuevo estudio, mucha gente aún percibe esta clase de fenómenos como tramas de película:
“La idea de un agujero negro ‘succionando’ a una estrella cercana suena como a ciencia ficción. Pero es exactamente lo que sucede en un evento de disrupción de marea” declaró Matt Nicholl, investigador de la Universidad de Birmingham.
El fenómeno es arduo de estudiar; no es fácil encontrar un agujero negro a punto de succionar una estrella. De ahí el valor de la investigación que se realizó el año pasado usando los telescopios del Observatorio Europeo Austral. Es la primera vez que un fenómeno de “espaguetización” es captado directamente por un telescopio.
“Cuando una desafortunada estrella vaga demasiado cerca de un agujero negro supermasivo del centro de una galaxia, el tirón gravitacional extremo del agujero negro desgarra a la estrella, arrancándole finas corrientes de material”, explicó el científico Thomas Wevers, quien participó en el estudio.
Ante descubrimientos de esta índole siempre vale la pena recordar el trecho recorrido en la investigación astronómica. Hace no muchas décadas los agujeros negros eran materia de especulación; ahora hemos podido no solo comprobar su existencia sino estudiar sus efectos.
El premio Nobel de Física este año fue entregado a los científicos Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez por su contribución en el entendimiento de este fenómeno astronómico.
