El pasado 3 de diciembre la NASA lanzó el cohete Space X que tuvo como misión llevar provisiones a la Estación Espacial Internacional, abordo del cohete Falcon 9.
Tres días después a causa de un problema técnico el cohete intentó aterrizar, pero se estrelló contra el mar.
Así, a pesar de que la misión de reabastecimiento en el espacio fue un éxito, una falla mécanica provocó que el cohete girara de forma incontrolable en su vuelta a la Tierra.
A través de Twitter, Elon Musk, CEO de Space X explicó que los motores estabilizaron el aterrizaje, permitiendo que fuera casi intacto en el agua.
“¡Los motores estabilizaron el aterrizaje justo a tiempo, permitiendo el aterrizaje intacto en el agua! Se envía equipo para rescatar a Falcon”.
Engines stabilized rocket spin just in time, enabling an intact landing in water! Ships en route to rescue Falcon. pic.twitter.com/O3h8eCgGJ7
— Elon Musk (@elonmusk) December 5, 2018
Esta es la primera vez que Space X no puede recuperar limpiamente uno de sus refuerzos Falcon 9 para aterrizar, desde que en junio de 2016 ocurriera una situación similar.
No obstante, en esta ocasión no se perdió ninguno de los 3 núcleos de la nave que también se utilizaron para el lanzamiento del Falcon Heavy en febrero pasado.
Tracking shot of Falcon water landing pic.twitter.com/6Hv2aZhLjM
— Elon Musk (@elonmusk) December 5, 2018
Más tarde Musk informó que la nave resultó ilesa: “parece estar sin daños y transmitiendo datos”.
En su misión, Falcon 9 llevó una cápsula a la Misión Espacial Internacional para que los seis miembros de la tripulación disfruten las fiestas navideñas con enseres como un pavo navideño y pastel de frutas.
Los enseres se entregaron este sábado.